Salmo 37: Consejos para vivir con sabiduríaMuestra
Confía en Dios para protegerte y promoverte
Encomienda (deja en sus manos) a Jehová tu camino (tu trabajo, acciones, tareas, obras), y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía (Salmo 37:5-6).
Deleitarse en Dios lleva implícita la idea de encomendarle el camino nuestro y confiar verdaderamente en el Señor. Significa encontrar paz, protección y satisfacción en un enfoque concentrado y rendido en Dios.
Encomendar en hebreo es literalmente rodar, como si se quitara una carga. Aquí se usa simplemente como sinónimo de encargar (Proverbios 16:3). La imagen es como si debiéramos rodar nuestras cargas, planes y preocupaciones sobre el Señor, confiándolos enteramente a su cuidado. Este acto de encomendar no es un evento único, sino un proceso continuo de rendir nuestra voluntad y deseos al plan soberano de Dios.
Encomienda al Señor tu camino, confía en él, y él actuará significa poner los caminos bajo el señorío de Dios y entregarlos a Él. Cuando encomendamos a Dios nuestras obras, Él prepara nuestros corazones y ordena nuestros pasos; y, entonces, nuestros caminos son agradables delante de Él (Proverbios 16:7).
El que tiene este deleitoso enfoque en Dios verá cumplir las promesas de Él en su vida. Y él hará. “Cuanto más nos preocupemos en este caso, peor para nosotros. Nuestra fuerza es quedarnos quietos. Si buscamos Su honor, Él se ocupará del nuestro” (Spurgeon).
La idea de encomendar el camino al Señor se elabora más en los versículos 7 al 9 (Salmo 37), que enfatizan la paciencia y la confianza en el tiempo de Dios: Guarda silencio ante Jehová, y espera en él con paciencia; no te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra.
Aquí, el salmista aborda la tendencia humana natural a ponerse ansioso, enojado o envidioso cuando vemos prosperar a los malvados. En cambio, se nos llama a guardar silencio y esperar pacientemente en el Señor, confiando en que su justicia prevalecerá a su debido tiempo. Esta paciencia no es una resignación pasiva, sino una confianza activa en la soberanía y bondad de Dios.
Por otra parte, en la medida que te deleitas en Dios, Él exhibirá tu justicia como la luz. A medida que Dios satisface estos deseos del corazón, la justicia del hombre de Dios se revela, brillando con luz como del sol en mediodía. La imagen de la luz rompiendo la oscuridad simboliza la claridad y justicia que Dios traerá a las vidas de aquellos que confían en Él.
Acerca de este Plan
El Salmo 37 ofrece sabiduría para tiempos de injusticia. ¿Cómo podemos mantener la fe cuando los malvados prosperan? ¿Cómo gestionar las acciones de los malvados? Este Salmo acróstico de David aconseja paciencia y confianza en Dios ante la aparente prosperidad de los malhechores. El texto aborda temas como lo efímero del éxito impío, la herencia eterna de los justos y la importancia de deleitarse en el Señor. El Salmo 37 fomenta una perspectiva eterna, más allá de lo temporal.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/