Salmo 37: Consejos para vivir con sabiduríaMuestra
La rectitud y la justicia se evidencian en el ser y el hacer
“La boca del justo habla sabiduría, y su lengua habla justicia. La ley de su Dios está en su corazón; por tanto, sus pies no resbalarán”. Salmo 37: 30-31
La rectitud y la justicia no tienen que ver solamente con lo que haces, sino también con quién eres; con lo que hay dentro de tu corazón, con la sanidad de tu corazón. Un corazón sano es un corazón que anda en rectitud y justicia. La evidencia de un corazón sano se expresa en los comportamientos justos y rectos: un comportamiento recto, justo e íntegro - que camina en verdad y justicia. Ahora, un comportamiento recto e íntegro es consecuencia de cultivar la salud del corazón, con los pensamientos con que lo alimentamos, con las motivaciones que albergamos y las actitudes que adoptamos, que son a la postre los factores que determinan los comportamientos.
Por otra parte, la sabiduría de la que habla este pasaje se manifiesta en la forma de conducirse. La sabiduría conduce a elegir el camino del bien: camino de rectitud y justicia. Eclesiastés 10:2 habla elocuentemente al respecto: “El corazón del sabio está en su mano derecha, más el corazón del necio en su mano izquierda”. En el mundo antiguo el bien y el mal eran representados con la derecha y la izquierda, respectivamente. El camino del sabio es el camino del bien - rectitud y justicia - (el de la derecha), pero el camino del necio es el camino del mal (el de la izquierda). La verdadera sabiduría está relacionada con escoger el bien y evitar el mal, vale decir, con practicar la justicia. Pablo abogaba por ser sabios para el bien e ingenuos para el mal (Romanos 16:19). Ahora, para ser justos hay que tener la ley de Dios en el corazón. La ley de su Dios está en su corazón.
Tener la ley de Dios (su Palabra) en nuestros corazones nos protege de pecar. Al respecto el Salmo 119:11 dice: En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. Si guardo en mi corazón la Palabra y entiendo que ella me enseña, me corrige y me instruye, entonces me podré presentar delante de Dios sin que haya nada de qué avergonzarme, porque ella me lleva a no pecar.
Un comportamiento justo, recto e íntegro es consecuencia de apoyarse en el consejo de Dios, de reconocerle en sus caminos y, como consecuencia, experimentar su guía, dirección y favor. Y eso sólo puede ocurrir cuando la Palabra de Dios se alberga en el corazón, de allí la expresión del salmista: “La ley de su Dios está en su corazón”. El hombre justo es señalado por poseer y amar en su corazón la Palabra de Dios. Y es precisamente ese conocimiento y confianza en la Palabra, el que hace que sus pies no resbalarán (sus pasos no vacilaran). Cuando Dios y su Palabra están en nuestro corazón, nuestros pasos se dirigen hacia el bien, y nuestra vida se llena de propósito y dirección.
Acerca de este Plan
El Salmo 37 ofrece sabiduría para tiempos de injusticia. ¿Cómo podemos mantener la fe cuando los malvados prosperan? ¿Cómo gestionar las acciones de los malvados? Este Salmo acróstico de David aconseja paciencia y confianza en Dios ante la aparente prosperidad de los malhechores. El texto aborda temas como lo efímero del éxito impío, la herencia eterna de los justos y la importancia de deleitarse en el Señor. El Salmo 37 fomenta una perspectiva eterna, más allá de lo temporal.
More
Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/