Salmo 37: Consejos para vivir con sabiduríaMuestra
El sabio practica la justicia
Este Salmo 37 nos presenta algunos principios básicos de la sabiduría.
La justicia y la sabiduría se implican recíprocamente.
“La boca del justo habla sabiduría, y su lengua habla justicia. La ley de su Dios está en su corazón; por tanto, sus pies no resbalarán”. Salmo 37:30-31
Este pasaje pudiera ser parafraseado de la siguiente forma: “La boca del justo habla sabiduría, y su lengua habla justicia (habla rectitud, enseña a diferenciar entre lo bueno y lo malo). La ley de su Dios está en su corazón (ha hecho suya la ley de Dios, lleva las enseñanzas de Dios en su corazón); por tanto, sus pies no resbalarán (no vacila en sus pasos)”.
La palabra más común para 'justo' tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, es recto. La justicia del hombre se expresa en la rectitud y la coherencia de todas sus acciones con sus atributos y su carácter. Justicia y rectitud son términos que pueden ser intercambiables. Ser recto es vivir debidamente y buscar justicia. La palabra del Antiguo Testamento traducida como “recto” es "tedaká", y guarda un estrecho paralelo con otro término hebreo, "mishpat", que significa “justicia”.
En todo caso, aquí el "justo" lo es en el sentido de que ha confiado en Dios para su salvación, no porque es justo intrínsecamente. La Biblia declara que el hombre no puede ser justo por sí mismo, sino por la obra de Dios en su vida. Por eso el justo por la fe en Dios vivirá (Romanos 1:17).
La justicia deriva en sabiduría
La justicia y la sabiduría se implican recíprocamente; se influencia mutuamente. La sabiduría se expresa en la forma de conducirse en el diario quehacer. Quien anda en justica y rectitud en su caminar, anda en sabiduría. Ser sabios es andar por el buen y recto camino. Según el pasaje la sabiduría se traduce en justicia y rectitud. Andar en sabiduría es andar en justicia y rectitud. Ser sabio se evidencia en la rectitud de los caminos de la persona, y en la forma justa en cómo se comporta. Por eso la boca del justo habla sabiduría, y su lengua habla justicia.
El justo es identificado también por sus palabras: “El justo habla sabiduría” (Salmo 37:30). La boca del justo declara sabiduría. Así lo expresa el libro de Proverbios (10:31): “La boca del justo producirá sabiduría”.
La mejor expresión de la sabiduría es el comportamiento recto y justo. El sabio demuestra su sabiduría comportándose en forma justa y recta. Este alineamiento entre sabiduría y justicia es posible porque la ley de Dios está en el corazón del justo (Salmo 37:31; Jeremías 31:33). El hombre justo se destaca por su posesión y amor por la palabra de Dios en su corazón. Y es debido a este conocimiento y confianza en la Palabra de Dios que sus pies no resbalarán (no vacilará al tomar decisiones).
La verdadera sabiduría (la que proviene de Dios) nos capacita para hablar o actuar reflejando el carácter de Dios en medio de cualquier circunstancia. Soy sabio cuando soy justo. Y cuando soy justo estoy actuando con sabiduría. La justicia muestra la sabiduría que hay en nosotros. Por eso Santiago (3:13) dice: ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría.
Escrituras
Acerca de este Plan
El Salmo 37 ofrece sabiduría para tiempos de injusticia. ¿Cómo podemos mantener la fe cuando los malvados prosperan? ¿Cómo gestionar las acciones de los malvados? Este Salmo acróstico de David aconseja paciencia y confianza en Dios ante la aparente prosperidad de los malhechores. El texto aborda temas como lo efímero del éxito impío, la herencia eterna de los justos y la importancia de deleitarse en el Señor. El Salmo 37 fomenta una perspectiva eterna, más allá de lo temporal.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/