Salmo 37: Consejos para vivir con sabiduríaMuestra

Deposita toda tu confianza en Dios y haz el bien – parte I

Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón (Salmo 37:3-4).

En lugar de preocuparse y envidiar, David aconsejaba poner el deleite en Dios y confiar en Él y hacer el bien para la gloria de Dios. Mirar la aparente prosperidad de los malvados es una de las formas en que a menudo nos hace distraernos de Dios y de hacer el bien. Pero mirar a Dios no trae de vuelta la correcta perspectiva.

Observemos algunos sabios consejos de David:

• Cultiva la fe

Confía en Jehová. Se requiere del cultivo de la fe en Dios para curarse de la impaciencia. La fe tiene una perspectiva más clara para contemplar las cosas como realmente son, de ahí la paz y confianza que trae.

• Haz el bien

Haz el bien. La confianza en Dios no es pasiva, sino que se traduce en acciones concretas: hacer el bien, habitar en la tierra con paz y apacentarse en la fidelidad a Dios.

Hacer el bien es una acción activa; no es sólo no hacer el mal, sino buscar oportunidades para ayudar a los demás y vivir una vida de amor y justicia.

• Disfruta de las bendiciones que Dios te ha concedido

Otra forma que aconsejaba David para evitar la preocupación y la envidia es disfrutar de las bendiciones que Dios da. Habitarás en la tierra (que Dios le había dado), y te apacentarás de la verdad (el conocimiento que Dios le había proporcionado).

• Practica la obediencia a Dios

El Salmo 37 nos recuerda la importancia de la obediencia a Dios. La confianza en Dios no es solo una creencia pasiva, sino que se traduce en acciones concretas: apártate del mal, y haz el bien, y vivirás para siempre (Salmo 37:27). El llamado a la obediencia a Dios es un llamado a vivir una vida de amor, justicia y paz.

• Espera con paciencia en Dios

No te desanimes si las cosas no salen como tú esperas. Confía en que Dios tiene un plan para tu vida y que su tiempo es perfecto. Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades (Salmo 37:7).