31 Lecciones Para Fortalecer La FeMuestra
Lección 19
Ve a lo Profundo
Es tiempo de que el pueblo de Dios se lance a lo profundo. Hay un tiempo en la vida de todo cristiano cuando Dios dice “Ve a aguas más profundas". En el libro de Lucas, Pedro claramente demuestra cómo el poder milagroso de Dios nos puede bendecir cuando nos atrevemos a lanzarnos a lo profundo.
1Y aconteció que mientras la multitud se agolpaba sobre Él para oír la palabra de Dios, estando Jesús junto al lago de Genesaret, 2 vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes. 3 Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca. 4 Cuando terminó de hablar, 5 Dijo a Simón: Ve a lo más profundo y echad vuestras redes para pescar. Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes. 6Y cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían.
Lucas 5:1-6
No hubo un milagro que presenciar o una multitud de peces atrapados hasta que se lanzaron a lo profundo. Habían estado pescando todo el día y noche y no habían atrapado nada. Muchos de los pescadores desanimados ya estaban en la orilla lavando sus redes, y estoy seguro que Pedro estaba cansado y débil cuando Jesús le dijo que se lanzara a lo más profundo. Echar sus redes de regreso al agua no era una tarea fácil, ya que las redes estaban muy pesadas y húmedas. Jesús le dijo que hiciera algo que para la mente natural parecía totalmente irracional.
Pedro dijo: Pero Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes. Él obedeció a Jesús y fue a lo profundo.
Dios nunca te va a pedir que hagas algo sin antes darte los medios para que puedas hacerlo. En lo natural puede parecer que es imposible, pero Dios proveerá el poder, la gracia, la sabiduría y todo lo demás que se necesita para completar la tarea. Todo lo que Él quiere de Su pueblo es obediencia.
Los milagros están en lo profundo del agua. Dios siempre se ha movido en lo milagroso cuando las personas se atreven a lanzarse a lo profundo. Pedro comenzó a poner excusas de por qué no podía lanzarse a lo profundo pero finalmente fue obediente a la solicitud de Jesús. ¿Qué pasó? Él trajo tantos peces que sus redes se rompieron, su barco comenzó a hundirse, y tuvo que llamar por señas a sus compañeros por ayuda.
7 Entonces hicieron señas a sus compañeros que estaban en la otra barca para que vinieran a ayudarlos. Y vinieron y llenaron ambas barcas, de tal manera que se hundían. 8 Al ver esto, Simón Pedro cayó a los pies de Jesús, diciendo: ¡Apártate de mí, Señor, pues soy hombre pecador! 9 Porque el asombro se había apoderado de él y de todos sus compañeros, por la redada de peces que habían hecho; 10 y lo mismo les sucedió también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. 11 Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron.
Lucas 5:7-11
Nota que estaban pescando del mismo lago del que habían estado pescando toda la noche; pero cuando se lanzaron a lo profundo, pescaron tantos peces que sus redes no los podían contener. Tuvieron que llamar a sus compañeros por ayuda.
Pedro no fue el único pescador que fue bendecido por Jesús ese día. Cuando vieron lo grande que era la pesca, ellos le hicieron señas a sus compañeros, ambas barcas estaban llenas de tantos peces que empezaron a hundirse. Jesús no hace acepción de personas. Él va a bendecir a cualquiera que le siga a lo profundo.
Dios quiere que Sus hijos piensen más grande de lo que jamás hayan pensado. Hay un mundo muriendo allá afuera lleno de billones de personas que no han escuchado del Evangelio aún. Es sorprendente imaginar que hay 7.3 billones de personas en el mundo hoy, pero más de 2.87 billones no han escuchado el nombre de Jesús. Estas no son personas que han oído el nombre de Jesús y lo han rechazado, sino personas que ni siquiera han ESCUCHADO el Nombre ser mencionado.
Algunas de las más grandes compañías de refrescos han ido a partes remotas de tierras extranjeras donde los cristianos no han llegado. Si estos refrescos pueden llegar a las junglas de África, entonces nosotros también. No podemos permitirnos más quedarnos en la orilla y solo ver. Es tiempo de que nos lancemos a lo profundo a ganar almas para Jesús.
El crecimiento poblacional más grande se está dando en países donde hay poco o ningún Evangelio predicado. El comunismo ha podido influenciar un gran porcentaje de la población mundial en sólo 60 años. Hay países actualmente en donde es ilegal tener una Biblia. De hecho, podrías ir preso por tener una escritura cortada de una Biblia.
Nosotros tenemos iglesias en cada esquina de América, y recibimos enseñanzas de la Palabra y programación bíblica en la televisión las 24 horas al día en muchas ciudades. Dios ciertamente nos ha bendecido. Yo creo que hay pesar en Su corazón, sin embargo, cuando El mira que un pueblo tan privilegiado se queda en la orilla.
Ir a la casa de al lado a evangelizar a un vecino sería como lanzarse a lo profundo para muchos de ustedes. Cualquier cosa que el diablo te diga que no puedes hacer es “lo profundo". Hay multitudes de peces en lo profundo. Él tuvo que lanzarse a lo profundo para obtener su pesca. Tomó algo de esfuerzo de parte de Pedro y los otros pescadores.
Dios va a bendecir a todo cristiano que escuche Su voz y se lance a lo profundo así como Jesús bendijo a Pedro por echar sus redes de regreso al agua. Dios nos promete milagros en el libro de Salmos. El Salmo 107:23-24 revela: 23 Los que descienden al mar en naves y hacen negocio sobre las grandes aguas; 24 Ellos han visto las obras del SEÑOR y sus maravillas en lo profundo.
Estamos decididos a ganar más personas para Jesús que nunca antes. Establece tus metas en alto y disponte a IR A LO PROFUNDO.
Acerca de este Plan
Estas lecciones representan muchos años de estudio, investigación, oración y comunión con el Espíritu Santo. Las revelaciones que compartí en cada lección las he aplicado en mi vida y ministerio durante más de cincuenta años. Las he diseñado para que tengas una lección para cada día del mes. Al comienzo de un nuevo mes, regresa nuevamente a la lección número 1. Repite esto todos los meses durante un año entero. Hacer esto establecerá estos principios firmemente en tu vida.
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Nos gustaría agradecer a Jerry Savelle por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://jerrysavelle.org