NT25 AYUNOEjemplo

Día 1: Mateo 1-10

Lorisa Miller, Fundadora + Líder General en UPPERROOM

No hay mejor inversión de su tiempo y atención que esta decisión, la de sumergirse en la PALABRA de Dios. Puedes hacer ejercicio, comer bien, leer cinco libros a la semana y aun así estar sin la vida verdadera. Cuando leas las Escrituras, ven a encontrarte con ÉL. Jesús mismo dijo que podíamos escudriñar las Escrituras para encontrar la vida eterna, y aun así perdernos la vida por completo. Cuando leemos, debemos leer porque estamos llegando a ÉL: nuestra fuente de aguas vivas, el amante de nuestras almas, aquel a través de quién, por quién y para quien existen todas las cosas.

Decídete a comprometerte con un espíritu necesitado. Niégate a simplemente tacharlo de tu lista. Abre tu corazón y pídele a Jesús mismo que haga lo que hizo por los discípulos en el relato de Lucas:

“Entonces les abrió la mente para que entendieran las Escrituras" (‭‭Lucas‬ ‭24‬:‭45‬ ‭NTV‬‬).

Nadie tiene que decirnos que comamos cuando tenemos hambre o que bebamos cuando tenemos sed. Tu alma está diseñada para comer y beber de Dios mismo.

¿Qué pasaría si nos negáramos a conformarnos con adormecernos o sobrellevarlo? Permite que el hambre y la sed de nuestra alma te empujen a los pies de Jesús. Siéntate a Sus pies, aférrate a cada una de Sus palabras. Come de Él, bebe del Él, y disfruta de Él. Deléitate con la más rica de las comidas.

Ora conmigo:

Señor, Gracias por poner este anhelo en mí.

Gracias por Tu celoso amor por mí.

Te necesito.

Te deseo.

Soy propenso a las distracciones, pero mi corazón anhela la verdadera comida y la verdadera bebida.

Espíritu Santo, guíame mientras leo.

Sé el que marca mis pasos.

Revélame a Jesús.

Jesús, llévame de nuevo al Padre.

Me duele conocerte más y más.

Entrego mi mente, corazón, espíritu y voluntad solo a Ti.

Te amo.