NT25 AYUNOMuestra

Día 3 - Emily Langford, Levita + Gerente de Marketing en UPPERROOM
Lectura de Hoy: Mateo 21 - Marcos 2

La lectura de hoy está llena de pasajes significativos y catalíticos de las Escrituras que revelan a Jesús y Su reino. Algunos puntos clave incluyen:

• La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén (Mateo 21).
• La purificación del templo (Mateo 21).
• Muchas parábolas.
• El arresto, crucifixión, sepultura y resurrección de Jesús (Mateo 26-28).
• Juan el Bautista y el bautismo de Jesús (Marcos 1).
• Jesús en el desierto y el comienzo de Su ministerio (Marcos 1).
• Jesús da a Sus discípulos la Gran Comisión (Mateo 28).

Hay mucho que decir sobre estos eventos y su aplicación, pero quiero centrarme en Mateo 25:1-13, una parábola de diez vírgenes que esperan la llegada de su novio. ¿Sabías que eres la Novia de Cristo y que también estás esperando la llegada de tu Rey Novio?

A lo largo de los años, un mensaje común que he recibido de mi papá, especialmente desde que comencé a trabajar en el ministerio vocacional, es: “¿Está tu mecha recortada? ¿Tienes aceite? ¡No puedes tener el mío!”

¿Qué me estaba preguntando realmente? Dos cosas:

1. ¿Está lo innecesario recortado de tu vida?
   ¿Rencor, ocupación, auto-obsesión, avaricia, ambición egoísta, chismes, mezcla, tibieza, apatía, indiferencia, etc.? Así como una mecha recortada evita la acumulación de cera, las mechas de nuestro corazón deben ser recortadas permitiendo que Dios elimine cualquier cosa que impida que ardamos. Una mecha recortada crea condiciones favorables para que una lámpara brille.
2. ¿Tienes aceite? ¿Realmente le conoces?
   El aceite de intimidad no se encuentra en plataformas, en el desempeño ni en los aplausos de los hombres. No puedes recibirlo de un pastor ni ser impartido por un ministro itinerante. No tiene nada que ver con asistir a la iglesia, hacer buenas obras, el tiempo pasado en la sala de oración, los podcasts escuchados, los sermones predicados ni la cantidad de almas salvadas.

El aceite no puede transferirse, impartirse, pedirse prestado ni enseñarse. El aceite de la intimidad se trata de una relación real y solo se encuentra en secreto con Jesús. No se trata de conocer el ministerio o la iglesia. No se trata de una revelación de Jesús de segunda mano. No se trata de conocerle en lugares públicos, sino de conocerle íntima y privadamente, lejos de los demás.

Con gran seriedad, hoy recuerdo que ni siquiera el Hijo sabe el día ni la hora de Su propio regreso. ¡Los días de acercarnos a Dios casualmente e indiferentemente deben terminar! Jugar a la iglesia debe terminar. No podemos esperar conocerle si lo hemos reducido a una actividad extracurricular o a una póliza de seguro que sacamos en tiempos de crisis.

Es hora de conocerlo. De verdad, de verdad conocerlo. Lo que ama. Lo que odia. Cómo se ven Sus ojos. Necesitamos el temor del Señor nuevamente alrededor de Su presencia y gloria. Necesitamos anhelar encontrarnos con Él en secreto mucho más de lo que lo hacemos en lugares públicos.

No debemos ser insensatos, sino sabios. Necesitamos mechas recortadas y necesitamos aceite.