Orando como JesúsMuestra

El reino cercano

(Venga tu reino)

El reino de Dios y el reino de los cielos es la definición de una misma verdad: es un reino que está en los cielos y cuyo Rey es Dios. Con Jesús, ese reino dejo de estar solamente en los cielos y se acercó a nosotros, y a partir de ahí, podemos formar parte de él.

Jesús constantemente enseñaba acerca del reino de Dios, pero quizá una de las enseñanzas centrales era que en ese reino las cosas se hacían diferentes a como se acostumbraba en la tierra. Enseñanzas como que el más grande en el reino es quien sirve y no quien es servido, o que el pecador arrepentido es recibido por Dios y el religioso altanero no, y muchas otras expresadas en parábolas, demostraban que el reino de Dios es el mundo al revés.

Cuando oramos, siempre debemos tener presente que, si bien estamos en una conversación con nuestro Padre, ese Padre es también un Rey, el más grande de todos. Le debemos respeto, admiración y reverencia, pero lo más importante, le debemos obediencia.

En muchas ocasiones, nuestra oración solamente se trata de nosotros, de lo que decimos y no dejamos a Dios hablarnos. Para obedecer a Dios, debemos primero saber en qué desea que le obedezcamos, para eso es necesario leer nuestra Biblia y escuchar a Dios en oración.