Orando como JesúsMuestra

La paternidad de Dios

(Padre nuestro…)

Comenzar con nuestras oraciones reconociendo a Dios como Padre no es solamente un mero discurso religioso o tradicional, sino un vínculo que debe alimentarse a partir de las experiencias que vivimos con Él diariamente.

La paternidad de Dios va más allá de la figura lejana que muchos cristianos tienen de Él, y que por lo general relacionan con la figura terrenal del padre que tuvieron.

Orar es conversar con nuestro Padre, y que no es cualquier Padre, sino uno que nos ama y que es Todopoderoso para suplir nuestras necesidades físicas, materiales, emocionales y espirituales. Acerquémonos confiadamente, todos los días, a los brazos de nuestro Padre que nos espera, para que podamos platicar con Él.

No importa lo que hayamos hecho, incluso si nos hemos alejado, Él nos espera con un abrazo de Padre para que sigamos adelante tomados de su mano. Dice Romanos 8:38: Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.