Afilando mi espadaEjemplo

Apocalipsis 12 es un capítulo lleno de simbolismo que revela la lucha cósmica entre el bien y el mal. La narrativa presenta a una mujer vestida de sol, y a un dragón rojo; la mujer da a luz a un hijo varón, y el dragón intenta devorar al niño. Sin embargo, Dios protege al niño y lo eleva al cielo, mientras que la mujer es perseguida por el dragón. Este capítulo revela la realidad de la batalla espiritual en la que nos encontramos, mostrando que, aunque Satanás intenta destruir lo que es de Dios, su poder es limitado y ya ha sido derrotado por Cristo.

Al leer este capítulo recuerda que, en medio del miedo, puedes permanecer con esperanza en el Señor.

El capítulo 12 de Apocalipsis nos invita a reconocer la realidad del conflicto espiritual que enfrenta la iglesia. La mujer que da a luz representa el cumplimiento de las promesas de Dios, mientras que el dragón encarna la oposición que enfrentamos en el mundo. A menudo, los cristianos pueden sentirse lleno de ansiedad por las adversidades y las luchas, pero este pasaje nos recuerda que, aunque enfrentemos oposición, tenemos un defensor en Cristo.

La victoria del Hijo sobre el dragón nos asegura que, aunque el enemigo puede atacarnos, su poder ya ha sido quebrantado en la cruz. Esto nos da esperanza y valor para seguir adelante en nuestra fe. Además, el capítulo nos llama a ser conscientes de que la lucha no es solo física, sino espiritual. Debemos permanecer firmes, armados con la verdad y la fe, sabiendo que somos parte de una narrativa mayor que culmina en la victoria de Dios.