Afilando mi espadaEjemplo

En Apocalipsis capítulo 14:8 se escucha un eco de lo que dice Isaías capítulo 21, el texto presenta un mensaje de juicio sobre Babilonia, una nación poderosa que oprimía a muchos pueblos. En el versículo 9, se anuncia la caída de Babilonia: Ha caído, ha caído Babilonia. Esta conexión nos muestra que, tanto en tiempos antiguos como en los últimos días, Dios trae justicia y juicio sobre los imperios que se oponen a su voluntad. La caída de Babilonia es una advertencia para aquellos que buscan su seguridad en sistemas corruptos.

¡Qué bueno es saber que nuestra confianza está en un Dios que vence y reina para siempre!

Isaías 21 nos presenta un escenario de advertencia y juicio. Babilonia, la gran potencia mundial de ese tiempo, es el símbolo de la arrogancia humana y de los sistemas que oprimen y se oponen a Dios, no representa a una iglesia en específico. La caída de Babilonia proclamada en este capítulo, no es solo un evento histórico, sino también un recordatorio de que ningún poder terrenal es eterno, por muy grande que parezca. Lo mismo sucede en Apocalipsis 14:8, donde Babilonia es una representación simbólica de los sistemas corruptos y opresivos del mundo que, eventualmente, caerán ante el juicio divino.

En nuestro mundo, muchos buscan seguridad en "Babilonias modernas", ya sean sistemas políticos, económicos o sociales que prometen poder y éxito. Pero Isaías y Apocalipsis nos advierten que todo sistema que se erige en contra de Dios está destinado a caer. La verdadera seguridad no está en lo que el mundo ofrece, sino en nuestra fidelidad al Cordero.

Dios nos llama a estar alertas y a no ser partícipes de la injusticia y la corrupción que dominan el mundo. Debemos recordar que, aunque a veces parece que los poderes del mal prevalecen, el final está asegurado: Babilonia caerá, y el reino de Dios se establecerá para siempre.