Afilando mi espadaEjemplo

Éxodo capítulo 15 nos presenta el cántico de Moisés, una celebración de la liberación de Israel tras cruzar el mar Rojo, donde el ejército egipcio fue derrotado por la mano poderosa de Dios. Este cántico, que proclama la victoria y la justicia divina, es retomado en Apocalipsis capítulo 15:3, donde los vencedores de la bestia cantan tanto el cántico de Moisés como el cántico del Cordero. La conexión entre ambos pasajes destaca el tema de la liberación divina, tanto en el pasado como en el futuro.

Lee esta escena con ojos de esperanza, así como Dios libera a su pueblo, también vencerá contra cualquier sistema corrupto.

El cántico de Moisés en Éxodo 15 es un himno de gratitud y alabanza que celebra el poder de Dios para salvar a su pueblo. Después de años de esclavitud en Egipto, los israelitas experimentan una liberación milagrosa al cruzar el Mar Rojo, y Moisés lidera al pueblo en una adoración colectiva, reconociendo que es Dios quien pelea por ellos.

En Apocalipsis 15:3, este cántico resuena nuevamente en los labios de los vencedores, quienes han superado la opresión del sistema representado por la bestia. Pero aquí se añade el cántico del Cordero, una celebración no solo de la liberación física, sino también de la redención espiritual a través de Cristo. Así como Dios derrotó a los ejércitos de Egipto, también derrotará al mal definitivo, y aquellos que permanecen fieles serán parte de esa victoria.

Hoy, podemos cantar ese mismo cántico con la certeza de que nuestra victoria está asegurada en Cristo. Aunque enfrentamos desafíos y presiones del mundo, nuestra fe en el Cordero nos da la fuerza para perseverar y compartir en su victoria final.