Viajando Por El AdvientoMuestra
Mientras esperamos
"El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Hemos contemplado su gloria, la gloria que corresponde al Hijo unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:14).
Estás en una habitación amplia con paredes blancas. Las luces fluorescentes zumban sobre tu cabeza, bañándolo todo y a todos con un brillo pálido y poco favorecedor. La silla debajo de ti se tambalea, y la tos de la persona a tu lado resuena, haciéndote inclinarte instintivamente hacia otro lado. Miras el reloj una y otra vez, pero el tiempo parece avanzar a paso de tortuga. No quieres estar aquí, pero no tienes otra opción. Piensas: ¿Cuándo terminará esto?
Es un hecho universal: todos, en todas partes, siempre estamos esperando algo. Esperamos en el tráfico, esperamos noticias de despidos, esperamos meses a que los bebés crezcan, y esperamos que los meseros traigan nuestra comida. La espera define nuestras vidas, obligándonos a experimentar sus curiosidades, desesperación, tensión y emoción. De muchas maneras, esperar es a menudo el evento principal de nuestras vidas.
Ahora estamos en el Adviento, una temporada que frecuentemente se llama "la época de la espera". Sin embargo, la raíz de la palabra "adviento," adventus, es latín para "venida". Como un perro hambriento a la hora de comer, esperamos lo que sabemos que viene... esperamos a Aquel que sabemos que viene.
Dios anunció la venida de Jesús en el Jardín del Edén, prometiendo un libertador que vencería a Satanás (Génesis 3:15). Sin embargo, Dios esperó para enviarlo hasta que el mundo estuviera listo. Años de lágrimas y sufrimiento, de promesas y bendiciones, de rebelión y exilio. Años de esclavitud y desierto, de triunfos y derrotas. Tiempos de profecía y esperanza, y luego 400 años de silencio. Tal vez nunca entendamos por completo por qué Dios esperó, pero sabemos que su tiempo es intencional. Cristo nació en un momento único de la historia humana, cuando el mundo estaba preparado para recibir su Evangelio. Esperar, en su promesa, se convierte en una herramienta poderosa para nuestra transformación.
Disfruta de nuestro fiel Dios en este Adviento. Invítalo a estar presente en tu tiempo de espera.
Oración: Señor, lléname de tu paz. Dame conciencia de tu presencia, para que pueda disfrutar de tu ayuda y fortaleza. Que mis circunstancias nunca disminuyan mi amor por ti. Mi corazón, mis manos y mi mente están abiertas para recibir lo que tú ofreces. Amén.
Escrito por Erin Strakalaitis (Clase 2024 de Maestría en Divinidad de Wesley Seminary)
Escrituras
Acerca de este Plan
Durante el Adviento, no sólo anticipamos un evento que ya ocurrió: ¡La primera venida de Jesús! También miramos hacia adelante y esperamos con alegría Su segunda venida. En este plan devocional, diseñado para que lo sigas a tu propio ritmo, únete a la comunidad de Wesley Seminary mientras recorremos juntos la temporada de Adviento.
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Nos gustaría agradecer a Wesley Seminario por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.indwes.edu/academics/seminary/