Cambios NecesariosEjemplo

Para cambiar hay que podar
¿Cuándo, cómo y dónde es necesaria una poda para que la planta tome fuerza para crecer?
Este pasaje nos habla de la poda. La poda está referida a la labor de un labrador que corta o limpia una planta, con el objetivo de que ésta fructifique más, se haga más productiva. En nosotros, los creyentes la poda es la que permite que alcancemos nuestro máximo potencial (Efesios 4:13). La poda es el proceso de tomar la iniciativa de hacer los cambios que necesitamos realizar en nuestra vida.
La poda nos ayuda a permanecer en Cristo
Su objetivo es garantizar que permanezcamos en Cristo, porque la opción de no permanecer en Cristo implica ser cortado. Y para permanecer necesitamos dar fruto. “Todo pámpano (rama) que en mí no lleva fruto, lo quitará, y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto” (Juan 15:2). Llevar fruto es cuestión de supervivencia en el reino de Dios. No es opcional. Producir es la norma de Dios para todo creyente. Dios no quiere creyentes ociosos, estériles e improductivos.
La recompensa de la poda
La poda es indispensable para el crecimiento, la sanidad y la productividad como creyentes. Sin la poda, la planta estaría funcionando en forma disfuncional e improductiva. Como labrador, Dios necesita cortar lo muerto y enfermo, y limpiar / podar lo sano para traer fertilidad, sanidad y funcionalidad.
Si no quitamos de nuestras vidas lo que está enfermo y limpiamos lo que está sano, no crecemos en la vida. Por eso es necesario podar. El crecimiento ocurre si nos deshacemos de lo inadecuado, lo que está enfermo y estorba, lo superfluo e innecesario.
Verdades centrales:
- La poda consiste en cortar ramas secas, dañadas o enfermas de la planta, para proporcionar fuerza y vigor para su crecimiento.
- La poda estimula el crecimiento.
- Con la poda la planta toma fuerza para crecer, e incluso mejorar su floración y su desarrollo.
- La poda permite que surja el fruto. “Todo pámpano (rama) que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto” (Juan 15:2). La poda es esencial para la productividad de la planta.
Acerca de este Plan

Todo cambio es un proceso. No ocurre de manera abrupta. Para los creyentes los cambios suelen ser difíciles porque traen aparejados dejar atrás (soltar) muchas cosas que tienen que ver con la vida vieja. Pero Dios como buen labrador está trabajando en cada creyente a través de la poda para quitar lo enfermo, improductivo y superfluo, para así dar lugar a la sanidad, el crecimiento y el fruto.
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Nos gustaría agradecer a Arnoldo Arana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://vidaefectiva.com/
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