Cambios NecesariosMuestra

¿Qué cambios necesitas realizar para crecer?

¿Has estado posponiendo algunos cambios en tu vida?

¿Eres consciente de que para avanzar en algunas áreas de tu vida necesitas realizar algunos cambios?

Tal vez no te decides a cambiar porque implica soltar algunas cosas, dejar ir algunos asuntos, cambiar para sanar y crecer, para plantearte funcionar en una nueva realidad.

Está en la naturaleza de las cosas cambiar

A veces, es necesario entender que la vida está compuesta de ciclos y etapas que requerimos aceptar, vivirlas por el tiempo necesario y luego soltarlas.

Nada es permanente. Todo tiene un ciclo de vida. Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora (Eclesiastés 3:1). Tiempo de nacer como de morir…Somos como las estaciones del año. El problema surge cuando no aceptamos estas etapas, o nos aferramos a ellas. Por ejemplo, no aceptamos que hemos entrado en la etapa de la vejez, y que eso requiere algunas adaptaciones y cambios. O que nuestros hijos crecieron, y ya son independientes, están haciendo su propia vida, dejaron el nido y se deben mayormente a otra persona con la que se han casado. Pero cuando las aceptamos, entonces, podemos ser capaces de dar por terminadas las actividades de la estación anterior y dar paso a la siguiente. Intentar dar vida a algo que está por morir, o que ya pasó su tiempo, es un desperdicio y un esfuerzo estéril.

Para cambiar hay que soltar

No es fácil soltar, por inercia, por costumbre, nos quedamos aferrados a personas y situaciones que ya no están o no tienen vigencia en nuestra vida, o no nos traen bienestar; o a hábitos, emociones y comportamientos que no nos benefician.

Cambiar no es fácil. No es fácil lidiar con los sentimientos de pérdida, de miedo y rechazo a lo desconocido, con la tendencia a tratar de mantener el estatus quo. Pero, para avanzar, sobre todo en la vida espiritual, es imprescindible abandonar la vieja situación, como la vieja vida antes de Cristo (despedirla, cerrarla), “dejarla ir”, y soltar las amarras que pueden atarnos al pasado de manera improductiva, o disfuncional.

Hay que soltar, por ejemplo, el viejo hombre para adoptar el nuevo hombre. “En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:22-24; ver 2 Corintios 5:17).

La poda precede al crecimiento

Para crecer y avanzar hay que cambiar, y eso supone dejar atrás algunas cosas. Es muy difícil avanzar hacia una nueva realidad, cargado de tantas cosas viejas, o innecesarias, o superfluas. Ahora, para soltar y dejar ir, hay que podar. Por eso la poda que hace el Labrador Celestial es tan necesaria (el creyente debe alinearse con ese proceso y aun autopodarse). La poda nos fuerza a soltar algunas cosas que no nos benefician. Para crecer se requiere hacer una poda que quite lo que estorba, limita y estanca.

Verdades centrales:

·Cambiar implica un proceso, no ocurre como un evento.

·La poda del Labrador Celestial es esencial para, sanar, cambiar y crecer.

·La poda precede al crecimiento.