Lectura Con El Pueblo De Dios 8: La PazEjemplo

Marcos 5:36

"Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente".

A veces, Jesús dice cosas que son simplemente imposibles. Fáciles de decir, pero imposibles de hacer. La hija de un gobernante de la sinagoga ha sido declarada muerta, y Jesús le dice que no tema, que solo crea. ¿Cómo podría alguien hacer esto?

Una cosa que destaca en el ministerio de Jesús es cuán poco poder le da a la muerte. Casi nunca la llama muerte, a menos que hable de su propia muerte en la cruz. El término que usa para referirse a la muerte es “sueño.” Lo vemos en esta historia, cuando encuentra a la gente llorando y lamentándose por la muerte de la hija de este hombre, y les dice: "¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme” (Marcos 5:39).

Pensamos que lo opuesto al miedo es la paz, pero muchas veces, Jesús contrasta el miedo con la fe. Esto es porque la verdadera paz nace de la fe en Cristo. Sin fe, no hay paz. No se trata de un mandato para reemplazar el miedo con una fe que hayamos creado en nosotros mismos. Jesús sabe que no podemos hacerlo. Así que, en lugar de eso, él infunde fe en los corazones de su creación temerosa. Jesús no espera que los que lloran y lamentan crean antes de resucitar a esta niña (después de todo, nos dicen que quienes escuchaban estas palabras de Jesús se rieron de él); en cambio, lo hace en medio del miedo y la duda.

“Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate. Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente" (Marcos 5:41-42).

Jesús derrota a la muerte con una palabra. El miedo ahora ha sido reemplazado por la fe, y donde hay fe, hay paz. No temas; solo cree. Fácil de decir pero difícil de hacer. La buena noticia es que Jesús es el Señor de lo imposible. Su nacimiento en un mundo pecador y caótico habla fe y paz a corazones que no pueden generar ninguna. Nació para hacer guerra con la muerte y ha ganado. En el día de la resurrección, él te tomará de la mano y dirá: “Hijo de Dios, despierta".

Padre celestial, reemplaza nuestras dudas y temores con la fe y la paz que solo vienen de tu Hijo, Jesucristo. Amén.