PERLAS DIARIAS DE GRACIA - Semana 2Muestra
DÍA 4
Hebreos 12:1-2
Efesios 2:6
La salida de la vergüenza
El problema de la vergüenza es que no hay salida. O eso parece. Intentamos ocultarlo, pero reaparece. Tratamos de olvidarlo, pero alguien lo vuelve a mencionar. Intentamos compensarlo, pero nuestros esfuerzos no logran anularlo. Nuestros remordimientos, fracasos y heridas continúan burlándose de nosotros. Ojalá alguien pudiera sacarnos de la vergüenza.
Alguien puede. Alguien lo hizo.
La Fuente y el Perfeccionador de nuestra fe, el Autor y el Consumador, el que comenzó nuestra salvación y el que la lleva a término, él es el que nos levanta de nuestra vergüenza.
Ojalá hiciéramos lo que Hebreos 12 enseña. Ojalá fijáramos nuestros ojos en Jesús y apartáramos nuestra mirada de los fracasos pasados y de las insuficiencias actuales. Poner los ojos en él significa apartar la mirada de la vergüenza que nos ata y a la cual nos aferramos.
Hacia dónde dirigimos nuestra mirada es una elección que hacemos.
Fija tus ojos en tu verdadera identidad, en tu nuevo ser en Cristo, no en la fuente de tu vergüenza.
Una vez me metí en un sumidero en medio de un pantano de cedros. Al instante, me encontré atrapado en el barro hasta la cintura. Instintivamente traté de salir, pero cuanto más me agitaba, más sucio me ponía. No había nada sólido a lo que agarrarse. Y un momento después, levanté la vista. Y mi papá estaba allí, ofreciéndome una mano fuerte para sacarme del lodo.
Esto es lo que hizo Jesús. En la cruz, él canceló nuestra vergüenza. La despreció porque su mente estaba enfocada en algo más significativo. Sus ojos estaban puestos en el gozo delante de él, no en la vergüenza de la cruz. Él sabía que el trono a la diestra de Dios lo estaba esperando.
Efesios 2:6 dice que Jesús te ofrece un asiento en ese mismo trono. De acuerdo con la verdad de Dios, la fuente de tu vergüenza se ha ido, fue eliminada en la cruz. Eres libre.
Hoy Jesús te tiende la mano. Te invita a deshacerte de la vergüenza que te estorba. Él te proporciona una salida. ¿Lo aceptarás?
Pausa para reflexionar: Si recibiste el perdón de Jesús y le permitiste quitar tu pecado, ¿por qué has seguido aferrándote a la vergüenza? ¿Qué te hace dudar en soltar tu vergüenza ante Jesús también?
Oremos: Espíritu Santo, quiero experimentar todo lo que tú quieres para mí. Muéstrame por qué dudo en soltar mi vergüenza a Jesús. (Ahora, toma unos minutos para escuchar lo que el Espíritu Santo trae a tu mente). Me alejo de estas cosas que me hacen aferrarme a mi vergüenza para poder caminar en la libertad que Jesús me ofrece. Amén.
Escrituras
Acerca de este Plan
Amar a Dios es el primer mandamiento y el más importante. Por nuestro amor, el mundo sabrá que seguimos a Cristo. No debe sorprendernos, entonces, que el amor esté bajo ataque incesantemente. Las Perlas diarias de Gracia son una herramienta para ayudarnos a eliminar obstáculos como la culpa, la vergüenza, el temor y el orgullo, y recuperar nuestro primer amor por Cristo.
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Nos gustaría agradecer a Freedom In Christ Ministries por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.libertadencristo.org