PERLAS DIARIAS DE GRACIA - Semana 1Muestra

DÍA 1

Efesios 1:3-14

Efesios 2:8-10

Juan 10:10

1 Juan 5:10-12

REDESCUBRE LA PLENTIDAD

La gracia, ¡qué regalo tan increíble!

Es hermoso recibir bendiciones y bondades inmerecidas. Aunque no hemos hecho nada para merecerlo, Dios derrama su gracia sobre nosotros. Su avalancha de gracia no toma en cuenta el precio que Él pagó.

Gracias por unirte a esta expedición para descubrir los dones de la gracia del Padre. A menudo oímos que debemos esforzarnos más para agradar a Dios, pero este camino de la gracia va en la dirección contraria. Queremos entender la profundidad de la bondad de Dios, impulsada por su amor por nosotros. Bondad que no merecemos.

Asimilar la gracia de Dios es la clave para descubrir la plenitud de la vida. Sin ella tendríamos que apoyarnos en nuestros méritos, y nuestra debilidad saldría a la luz. Por eso la gracia nos permite descansar en la vida abundante que Dios nos ofrece en Jesús.

Dios nos revela su gracia en las Escrituras. De hecho, la Biblia es un regalo que nos muestra su pasión por ti y por mí. Demuestra que le importamos. En esta expedición de gracia, te invitamos a ver los pasajes bíblicos con ojos nuevos. Busca lo que Dios dice acerca de ti y desecha tus antiguas lentes de comprensión.

Antes de continuar, asegúrate de haber recibido el regalo de gracia más grande, la salvación en Jesucristo.

«Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe. Esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios y no por obras, para que nadie se jacte». Efesios 2:8-9

A menudo pensamos que la salvación es la vida eterna —que iremos al cielo al morir. Ese es un hermoso beneficio de conocer a Jesús. Sin embargo, el regalo de la salvación por gracia nos da mucho más que una vida después de la muerte. Nos da una vida plena aquí y ahora.

Jesús vino para que pudieras tener vida y vida en abundancia. La Biblia también dice que quien tiene al Hijo tiene la vida. La podemos disfrutar ahora mismo.

Si nunca has reconocido a Jesús personalmente como tu Salvador, hazlo hoy para recibir la vida abundante de Dios. Es el primer paso en esta emocionante expedición de gracia.

Al recibir la salvación en Jesús por fe, estás preparado para caminar diariamente en su gracia, experimentar su vida abundante y disfrutar de todas las buenas obras que Dios tiene preparadas para ti.

Pausa para la reflexión: ¿Dónde has buscado la plenitud de la vida? ¿La has buscado en el mundo, en tus méritos, o en la gracia de Dios?

Oremos: Dios, hoy confío en Jesús como mi Salvador. También confío que me darás la vida abundante que Jesús prometió. Ayúdame a dejar atrás mis ambiciones para recibir tus dones de la gracia. Te agradezco por extenderme gracia. En el nombre de Jesús, amén.