Mayordomía integralMuestra

RECOMENDACIONES PARA UNA BUENA ADMINISTRACIÓN

1. Dale a Dios primero (1 Corintios 16:2).

Si quieres ser un buen mayordomo de los recursos que Dios te da para que administres, es necesario que sigas al pie de la letra esta primera recomendación y le des al Señor el lugar que le corresponde en tu vida, no solo para demostrar obediencia, sino para dar muestra de tu agradecimiento para con Él. Cuando hacemos esto, podemos estar seguros de que Dios habrá de recompensar la fidelidad que estamos mostrándole.

2. Implementa un presupuesto (Lucas 14:28).

Algo que te facilitará ser un buen mayordomo de tus recursos es realizar un presupuesto. El presupuesto es un plan de los gastos que se realizarán en el futuro, de acuerdo a los ingresos que se van a obtener en el presente. La Biblia nos aconseja que hagamos uso de los presupuestos para saber si contamos con todo aquello que necesitamos para poder realizar los planes que tenemos.

3. No gastes en caprichos (Proverbios 21:20).

Hoy en día, estamos rodeados e incluso inmersos en una sociedad consumista al 100%, lo cual hace que sea demasiado sencillo ceder ante los caprichos que tenemos o que vemos en la TV y el Internet. Si queremos ser buenos mayordomos, debemos empezar a hacer todo lo posible por controlar esos impulsos de gastar en cosas pasajeras y que no necesitamos.

4. Empieza a ahorrar (Proverbios 13:11).

Según la Biblia, el dinero es algo inestable, incierto e inseguro. Si queremos ser buenos mayordomos, debemos poner en práctica la cultura del ahorro. Pero, no se trata de que ahorres a tal grado que tu fe esté puesta en tus ahorros. Debes tener el ahorro para cualquier problema o situación complicada que se presente porque, si no lo sabías, los problemas llegan sin avisar.

5. Recuerda ayudar a otros (Proverbios 11:24).

Si quieres ser un buen mayordomo de los recursos que Dios te presta para que administres, necesitas entender que uno de los propósitos que debes cumplir es ayudar a otros. El Señor te ha concedido cada una de las posesiones que tienes para que puedas ser de bendición a Su obra y a los hermanos en la fe. Al hacer esto, mostramos que somos buenos mayordomos, y además, estamos agradando a Dios.

6. Ofrenda según lo que recibes (Deuteronomio 16:16-17).

La ofrenda no es lo mismo que el diezmo; son totalmente diferentes. El diezmo es la décima parte que le debemos dar al Señor de acuerdo a todo lo que Él nos da. La ofrenda es algo que, de manera voluntaria, cada uno puede dar para apoyar los planes y proyectos que se tienen en la Iglesia, como las Misiones, despensas, ayudas y mejoras. Si quieres ser un buen mayordomo, toma el compromiso de ofrendar según tus posibilidades.

Dar siempre es mejor que recibir. Que no te quede ninguna duda de eso, porque Dios siempre recompensa la obediencia y la compasión de aquellos que son buenos mayordomos.