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PRINCIPIOS PARA ADMINISTRAR TUS DONES

1. Descubre cuán es tu don (1 Pedro 4:10).

Hoy día, muchos cristianos no saben cuál es su don, o creen que no tienen dones. Si quieres ser un buen administrador de tus dones, necesitas descubrir cuál o cuáles dones tienes. En 1 Corintios 12:4-11, Romanos 12, Efesios 4 y 1 Pedro 4, podemos encontrar una lista de los Dones Espirituales. Debemos descubrir cuál o cuáles son los que tenemos para empezar a trabajar.

2. Ofrécete para servir a otros (1 Pedro 4:10).

El propósito que tienes que cumplir con tus dones es servir a otros. El pasaje claramente nos dice para qué debemos usar los dones. No sé cuál versión estés leyendo, pero todas mantienen la misma idea y el mismo principio: “los dones no son para servirse uno mismo, ni para ser servido, son para servir a los demás”. Tú y yo tenemos el mejor ejemplo de servicio a través de la vida y el ministerio de Jesucristo que nos debe motivar y desafiar para empezar a servir. Las iglesias necesitamos gente dispuesta y disponible para servir a Dios, pero también a los demás.

3. No olvides mostrar amor (1 Corintios 13:1-3).

Estos versículos nos dejan muy en claro que el ingrediente clave y necesario para que tú y yo podamos ser buenos mayordomos y administrar los dones que hemos recibido de parte de Dios para servir es el amor. Pablo le escribe a los Corintios estas palabras para recordarles que no debían ver el ministerio dentro de la Iglesia como una competencia, sino como una oportunidad para demostrarse el amor al servirse unos a otros de la misma manera en que Cristo lo hizo.

4. Edifica siempre a los demás (Efesios 4:11-12).

Los dones son para que edifiques el cuerpo de Cristo, no son para que te beneficies, ni para engrandecerte. Si ya sabes cuál es tu don pero lo estás usando solo para edificarte a ti, para tu gloria, entonces debo decirte que le estás robando a Dios lo que es suyo, y que estás siendo un mayordomo necio y negligente. Hoy, hay muchos que, en lugar de edificar a la Iglesia con sus dones, se edifican a sí mismos. Cuando usamos nuestros dones para lo que deben de usarse, la Iglesia es bendecida, beneficiada y podemos ver cómo el Señor prospera el trabajo que se está haciendo.

5. Siempre dale la gloria a Dios (1 Pedro 4:11).

Un buen mayordomo tiene bien presente este principio, pues sabe que lo que tiene es gracias al Señor; y sabe que Él único que merece la gloria es Dios. Pedro termina esta sección donde habla acerca de los dones recordándonos que debemos usarlos para darle la gloria a Dios siempre. Hoy, debes examinar cómo has estado usando los dones que Dios te ha dado y, si los has estado usando de una manera equivocada, estás a tiempo de corregir tu actitud.