LO QUE UNA MUJER BUSCA EN UN HOMBREMuestra
El carácter de Booz
Rut, la moabita, una joven viuda que cual había quedado completamente desamparada al perder a su esposo, extranjera en una tierra lejana sin conocer las costumbres y a cargo de una anciana a la cual había prometido sustentar, en extrema pobreza sale a recoger espigas tal como lo hacían los desafortunados en Belén. Y, habiendo confesado creer en el Dios de Israel, se aleja de su casa con la fe de hallar gracia ante los ojos de alguien piadoso que la ayudara a causa del hambre que estaba pasando con su entonces suegra Nohemí.
Tal como lo cita la escritura:
“Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas en pos de aquel a cuyos ojos hallare gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía” (Rut 2:2).
Quizás hoy te sientas como Rut, extranjera en una tierra con mucha soledad, humillada por la necesidad, sin contar con nadie, en pobreza y desamparo, desarraigada de tu familia o amigos y de todo lo conocido. Pero, tal como ella declaró, halló gracia ante un hacendado muy importante de la ciudad, un Israelita llamado Booz, el cual al notar la necesidad de esta joven que recogía las espigas caídas en su propiedad tal como lo hacían los pobres, se le acercó y le dijo:
“Entonces Booz dijo a Rut: Oye, hija mía, no vayas a espigar a otro campo, ni pases de aquí; y aquí estarás junto a mis criadas. Mira bien el campo que sieguen, y síguelas; porque yo he mandado a los criados que no te molesten. Y cuando tengas sed, ve a las vasijas, y bebe del agua que sacan los criados” (Rut 2:8-9).
Una mujer, sin duda espera encontrar un hombre que tenga un carácter lleno de bondad, que al ver su necesidad se muestre sensible hacia ella y la ayude, que le extienda su nobleza sin aprovecharse de su debilidad y sin ser indiferente.
Pero, en el carácter de este peculiar personaje, hay algo más que resalta, y es la forma en la que trataba a sus empleados. Leamos el siguiente pasaje:
“Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: Jehová sea con vosotros. Y ellos respondieron: Jehová te bendiga” (Rut 2:4).
Esta manera de dirigirse a las personas que trabajaban para él nos muestra un hombre amable y lleno de justicia, tanto que sus propios empleados también lo bendicen al escucharlo saludar.
Es importante para una mujer de Dios que un hombre sea benevolente como lo es nuestro Señor, con madurez y humildad, con un corazón manso capaz de liderar con equidad cuando haga uso de la autoridad.
Un buen hombre es tan valioso de hallar como lo es una mujer virtuosa.
Leamos este verso:
“Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?” (Proverbios 20:6).
Una mujer quiere un hombre de verdad.
Escrituras
Acerca de este Plan
Quizás han escuchado muchas veces a los hombres decir: "Pero ¿qué es lo quieren las mujeres? ¿Quién las entiende?". ¡Y sí, a veces ni nosotras mismas sabemos lo que queremos! A la luz de las Escrituras y por medio del fascinante libro de Rut, aprenderás con este cautivador romance redentor qué es realmente lo que una mujer busca en un hombre…
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Nos gustaría agradecer a María Gabriela González Mendoza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instagram.com/mggm84