Lectura Con El Pueblo De Dios - 4Muestra

Todas las cosas para bien

"... De hecho, todas las cosas deben cooperar para Mi salvación".

Entender que Dios hace que todas las cosas sean para nuestro bien es una verdad poderosa que transforma nuestra perspectiva. Significa que cada evento en nuestras vidas, ya sea alegre o doloroso, está siendo usado por Dios para moldearnos y acercarnos más a Él. Esta perspectiva nos ayuda a sobrellevar las pruebas con esperanza y paciencia.

Santiago anima a los creyentes: "Hermanos míos, tened por puro gozo cuando os enfrentéis a muchas pruebas, porque sabéis que la prueba de vuestra fe produce perseverancia" (Santiago 1:2-3). Las pruebas son oportunidades para crecer y confiar más profundamente en Dios.

Reflexiona sobre un desafío o prueba reciente que hayas enfrentado. ¿Cómo podría Dios usar esa situación para hacer crecer tu fe, desarrollar tu carácter o lograr un bien mayor? Pídele que te dé los ojos para ver Su mano obrando y la fe para confiar en Sus propósitos.

Alabado sea Dios por Su compromiso inquebrantable con tu salvación y por Su promesa de hacer que todas las cosas cooperen para tu bien. Deja que esta verdad ancle tu alma y te dé una esperanza firme mientras navegas por los altibajos de la vida, sabiendo que tu futuro está seguro en Él.

La oración de iluminación de hoy:

Padre Celestial, gracias por Tu promesa de que todas las cosas cooperan para mi bien y, en última instancia, para mi salvación. Ayúdame a confiar en Tu sabiduría y soberanía, especialmente en tiempos de prueba. Abre mis ojos para ver Tu mano obrando, moldeándome de acuerdo a Tu propósito. Fortalece mi fe y lléname de esperanza, sabiendo que estás trabajando para mi bien eterno. En el nombre de Jesús. Amén.

Reto de memorización del mes:

Catecismo de Heidelberg Preguntas y respuestas 1

Pregunta 1 ¿Cuál es tu único consuelo en la vida y en la muerte?

R1. Que no soy mío, sino que pertenezco, en cuerpo y alma, en la vida y en la muerte, a mi fiel Salvador, Jesucristo.

Él ha pagado completamente por todos mis pecados con su preciosa sangre, y me ha liberado de la tiranía del diablo. Él también vela por mí de tal manera que ni un cabello puede caer de mi cabeza sin la voluntad de mi Padre que está en los cielos; De hecho, todas las cosas deben cooperar para Mi salvación.

Porque le pertenezco, Cristo, por su Espíritu Santo, me asegura la vida eterna y me hace estar totalmente dispuesto y listo desde ahora para vivir para él.