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¿Cómo quiero que me recuerden?
Si hoy fuera tu ultimo día de vida y las persona que te conocen te recordarán por lo que más amas, ¿qué sería?
Podríamos decir que lo que más amamos es el Señor, pero ¿realmente es así? Siendo honestos con nosotros mismos, ¿realmente es nuestro amor a Cristo lo que las personas ven en nosotros?
O es el exceso de tiempo que pasamos en el gimnasio, o el buscar formas de mejorar nuestra piel, o la cantidad de dinero que gastamos en ropa nueva. O quizá es la forma en que estamos tan al pendiente de los trends y la moda.
Quizá por lo que más nos recuerden sea por lo molestos que nos ponemos cuando alguien ensucia nuestra ropa en tendencia, o por lo frustrados que nos ponemos al no recibir los halagos que esperábamos.
Se sincero… ¿por qué quieres que te recuerden?
Pedro, en su primera carta escribe acerca de la forma en que debemos ser ahora como cristianos. No son reglas por seguir, sino el fruto que daremos si realmente permanecemos en Cristo. En 1 Pedro 3:3-4 se dirige hacia las mujeres y les dice que procuren que su adorno no sea el externo sino lo que hay en sus corazones. Pedro habla sobre lo que realmente debe preocuparnos, en lo que debemos trabajar más, por lo que las personas nos conocerán.
Esta enseñanza no solo va dirigida a las mujeres, porque hoy en día aún los hombres buscan cumplir con un estándar de belleza vano. Es vano por el hecho de que dedicamos más tiempo a lo externo que a lo que hay por tratar en nuestros corazones.
Sí, podemos ser altos, con buen cuerpo, con músculo, con un perfil hermoso; mientras en nuestro corazón aún hay odio, rencor, egoísmo, impaciencia, desesperanza, vanidad…
Repito, no está mal intentar lucir bien, pero cuando eso toma el trono de nuestro corazón, desplazamos al Señor a un segundo, quinto o último lugar.
¿Por qué te gustaría que te recordaran?
¿Qué marcaría más la eternidad?
¿Qué llevaría a otros a conocer más a Cristo?
Acerca de este Plan
Cuando te miras al espejo, ¿qué ves? ¿Imperfecciones? Todos en algún punto nos hemos enfrentado al espejo, donde lo único que buscamos es agradarle y encontrar algo que nos haga sentir bien en él. Pero tu identidad no la define el espejo ni una foto en redes. No la defines tú ni el mundo, sino tu Creador. En este devocional aprenderemos a vernos cómo Él quiere que nos veamos.
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Nos gustaría agradecer a Marely Celis por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/Marelycc
