Apasionado Por DiosMuestra
«Una vida celestial en un mundo terrenal»
Bajo este título, la pregunta que puede surgir es, si es posible o solo una meta inalcanzable. Aun, siendo un objetivo difícil de mantener en el tiempo y en medio de las circunstancias que atravesamos, el camino que se recorre y los intentos, son ya de por sí beneficiosos para nuestro crecimiento espiritual. Pero más allá de cualquier discusión filosófica, es la realidad, contradictoria por supuesto, de vivir en un lugar que no es mi lugar.
El apóstol Juan registró lo que Jesucristo dijo de los suyos: «…Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo». La palabra «como» tiene que ver con la forma, circunstancias y objetivos. La comparación presentada en el texto bíblico, nos lleva a la pregunta: ¿Cómo fue enviado Jesucristo al mundo? Hubo un mandato celestial, que se cumpliría bajo circunstancias hostiles, pero era una misión para rescatar personas de la muerte eterna.
El carácter del enviado. No podemos pasar por alto la primera parte del texto, que manifiesta la condición espiritual y posicional, de quien va a cumplir este llamado y ser enviado al mundo. La santidad es esencial y por supuesto, que en Jesús es inobjetable, en nosotros es absolutamente variable y como dijo Jesús, está ligada a nuestra relación con Él y aplicación de la Palabra de Dios en nuestras vidas.
Este no es sólo un mandato a obedecer, sino vivir del lado de la verdad. Haberla encontrado, en un mundo tan engañoso y pervertido como el nuestro, nos coloca en una posición, que da una perspectiva superior.
La posición del enviado. Ser embajadores, no es una opinión personal, sino según la palabra de Dios, a través del apóstol Pablo, es una posición muy alta, que debemos asumir como tal. Nuestro nivel, hará que ciertas acciones sean inadmisibles y otras comprometedoras.
Nuestra santidad debe ser claramente visible, para que nadie dude que somos embajadores del cielo en la tierra. Sí, es increíble que pudiendo haber usado cualquier elemento del universo, para enviar este mensaje, haya decidido utilizar personas, pecadores como nosotros.
Como todo embajador, su ciudadanía corresponde al país que lo envió, por lo tanto, somos del cielo, enviados a la tierra con una misión. Manifestar un ruego, que es también una orden: «Reconciliaos con Dios».
Escrituras
Acerca de este Plan
Lo que debemos preguntarnos a medida que progresamos en la vida es si estamos andando de acuerdo con el plan de Dios y si estamos avanzando hacia el lugar de servicio que Dios ha diseñado para nosotros. Llevar una vida celestial en un mundo terrenal, necesita un nivel de entendimiento que traiga comprensión y transformación en tu vida. En este devocional de 7 días encontrarás mucho en qué meditar y deleitarte.
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Nos gustaría agradecer a José Jordán en colaboración con El Centro Network por facilitarnos este plan. Para obtener más información, por favor visítenos en: www.palabradevida.org.ar y www.elcentronetwork.com