El Viaje a Nuestro Hogar: El Cielo: La aventura de nuestra vida.Muestra

El mejor ejemplo de cómo será nuestro viaje es la conquista de Israel de la tierra prometida. Desde la salida del pueblo de Egipto, el cruce del mar Rojo, los 40 años en el desierto y luego la conquista de la tierra prometida y su establecimiento en ella, nos muestran un viaje extraordinario: lleno de retos y milagros, de pérdidas y victorias, de tristezas y alegrías, y a un Dios todopoderoso que cumplió su promesa.
A pesar de que el Espíritu Santo nos acompañará durante el viaje, no será sencillo y no estará exento de obstáculos. “Es una maratón. Tienes que aprender la perseverancia. Tienes que seguir avanzando. Tienes que saber cómo proseguir en la labor. … No es que lo haya logrado aún ni que ya sea perfecto, sino que sigo esforzándome. Sencillamente, no es que continuamos, sino que perseveramos. … Hemos de mantener nuestra visión precisamente en esto: en la línea de meta, en el punto final, que es donde se fijan con exactitud los ojos de Pablo” (R. C. Sproul).
Jesús fue claro y transparente con nosotros cuando nos dijo: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).
Max Lucado describe este viaje de la siguiente forma: “… No es un trote por hacer ejercicios, sino una carrera exigente, agotadora, y algunas veces agonizante. Se requiere mucho esfuerzo masivo para terminar con fuerza”.
A.W. Tozer lo expresa así: “Nuestra carrera no es sobre una superficie plana, en un día nublado, con una temperatura de 20º o en un lugar techado, con una distancia de 50 metros, sin un tiempo específico para correrla. Es una carrera de obstáculos, una carrera exigente, que demanda de cada uno de nosotros nuestro mejor esfuerzo y una dedicación completa en todas las áreas de nuestra vida”.
Al igual que con el pueblo de Israel, Dios, teniendo presente lo que implica para nuestra vida este viaje, nos proporcionó todo lo que requerimos para enfrentarlo y terminar con éxito. Nos prometió al Espíritu Santo, y con Él todo lo que ocupamos para el camino, y por, sobre todo, la presencia de Jesús todos los días durante el camino a casa.
Acerca de este Plan

A partir del momento en que nos convertimos en hijos de Dios iniciamos un viaje hacia nuestro hogar: El cielo. Este viaje, la aventura de nuestra vida, requiere de parte de nosotros preparación. El Espíritu Santo nos proveerá de todo lo necesario para el viaje. Tendremos obstáculos y algunos de los tramos serán difíciles de recorrer. Pero podemos confiar en las promesas de Dios que Él nos guiará a casa.
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Nos gustaría agradecer a BibliaClips por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.facebook.com/bibliaclip/
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