Atascado en reversaMuestra

¿Cómo llegó hasta aquí?

Era un día hermoso, de esos que parecen perfectos en todos los sentidos. Había viajado a Oregón para un proyecto fotográfico y, unos días después de mi aventura, me encontraba conduciendo junto a un río serpenteante con numerosas cascadas. Debido a que la luz no era la adecuada para ese lugar, seguí conduciendo hasta que encontré un lago a la distancia que parecía un espejo. Detuve el auto y comencé a hacer tomas una y otra vez. Satisfecho con las fotos que había hecho, decidí volver a las cascadas, ahora que era más tarde en el día y la iluminación era la adecuada para ese lugar. Fue en ese momento cuando pensé en revisar el medidor de gasolina. Para mi sorpresa, el tanque estaba vacío y no había pasado por ninguna estación de servicio en el camino. Revisando mi mapa, confirmé que la ciudad más cercana estaba a kilómetros de distancia, y no tenía suficiente gasolina para llegar hasta allí.

Parecía que estaba atascado.

¿Qué hace usted cuando se da cuenta de que está en el lugar equivocado, atascado en reversa cuando debería estar avanzando? Muchas personas entran en pánico o simplemente colapsan y se rinden, pero eso no es lo que Dios quiere que hagamos. El Señor desea que confiemos en Él en todo momento y en todas las situaciones. Debemos recordar que Dios está esperando que clamemos a Él para que pueda obrar en nuestras circunstancias y resolver los problemas que estemos enfrentando. Cuando nuestros corazones se vuelven hacia Él en sincera devoción, el Padre Celestial nos hablará y nos mostrará el camino correcto a seguir en todo momento.

Tal vez usted se sienta como si estuviera totalmente sin combustible. ¿Cómo recoge los pedazos de su vida después de sufrir un golpe profundo de desaliento? ¿Hay alguna forma de salir de la tormenta que parece haberse abatido sobre su vida? La respuesta es sí. Dios conoce la ruta más segura que puede tomar para llegar a la estación de servicio más cercana. De hecho, la distancia no suele ser mayor de 30 a 40 centímetros... la distancia que hay para que caiga de rodillas en oración. Cuando clamamos a Dios, Él siempre escucha y nunca deja de responder.

Así que eso es justo lo que hice cuando me di cuenta de que el tanque de gasolina de mi auto estaba vacío. Oré diciendo. “Señor, tú sabes cuán lejos está la próxima gasolinera de donde me encuentro. Tú tienes todo el control y te pido que envíes la ayuda que necesito”. Con fe, giré la llave en el encendido. Y antes de que pudiera poner el auto en marcha, un hombre se detuvo y estacionó su camioneta delante de mí. Convencido que él era la respuesta de Dios a mi oración, me acerqué y le pregunté: “¿Puede decirme dónde puedo encontrar una gasolinera?”.

“Claro”, me dijo, “suba por esta carretera por un cuarto de milla y gire a la izquierda; verá una a su derecha”.

Pensé por un momento en lo que yo habría hecho si ese hombre no se hubiera detenido. Lo más probable es que hubiera regresado por donde había venido y me hubiera quedado sin gasolina. Probablemente, usted también habría hecho lo mismo. Cuando nos damos cuenta de que estamos en problemas, nuestra primera inclinación es volver corriendo a un punto de seguridad. Dios, sin embargo, sabe cuál es el fin desde el principio (Isaías 46.9, 10). Él conoce la ruta correcta que debemos seguir, y la ruta más corta y segura es siempre la que Él elige.