Las Riquezas De Su GraciaMuestra

Lograste ver o descubrir el quid del asunto. Toda acción es el resultado de una naturaleza o sustancia. Entonces, si hay cambio de naturaleza, inevitablemente habrá cambio de acciones.

Las Escrituras nos lo aclarar al decirnos: “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” (2 Cor. 5:17)

El fruto es el resultado de la vida que nos habita, de la nueva naturaleza que ya está en nosotros. El no nacido de nuevo peca, porque es pecador, es decir, tiene una naturaleza pecaminosa.

En las realidades de Dios, hay dos caminos. El primero de ellos es instantáneo, inmediato, pasar de muerte a vida, tener la naturaleza de Dios habitando en nosotros.

El segundo, sin embargo, es un proceso y es que Dios ha escogido para nosotros. La madurez. La formación de Cristo, el ser conformado a la imagen del Hijo. La salvación del alma.

Lo anterior nos permite reflexionar acerca de la gracia barata, que creo ahí es donde mucha gente se confunde.

Muchos quizá han oído la expresión “gracia barata” que usó el teólogo Dietrich Bonhoeffer en su libro “El costo del discipulado”, pero lo que queremos ver en este punto, es el gran precio que se pagó para que usted y yo hoy pudiéramos disfrutar del amor de Dios en nuestras vidas.

Entonces, la gracia es gratis para nosotros, por supuesto, esto no es negociable, pero que algo sea gratis para mí no significa en absoluto que ha sido algo barata. Alguien tuvo que pagar. El problema es que a veces lo que nos sale gratis no lo valoramos tanto.

Pero, la gracia es un maravilloso regalo de Dios, y esto es lo que se hace con los regalos: Se reciben, se agradecen, se disfrutan y añado, se comparten.

En Cristo, el regalo ya lo hemos recibido. Ahora tenemos que aprender a disfrutarlo, ser agradecidos y por supuesto compartirlo con los demás (1ª Cor. 6:19-20)

“Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie”. (1ª Cor. 7:23)

“Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que Él adquirió con su propia sangre”. (Hc.20:28)

Aunque hay varias cosas para ver en estos versículos, de acuerdo a lo que venimos hablando como fruto del regalo de la gracia en nuestras vidas; más sin embargo el costo fue enorme:

“Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención y perdón de pecados” (Col. 1:13-14)

Esta Gracia, para que nosotros pudiéramos disfrutarla hoy, fue muy, muy costosa. Costó mucho, muchísimo, la vida, la obra, la muerte y la sangre del Hijo de Dios (Fil.2:5-8)

¿Qué tal tú?

¿Crees que puedes hacer un alto en tu jornada hoy y agradecer a Dios por el regalo de la gracia en tu vida?