Las Riquezas De Su GraciaEjemplo

“Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra, sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida” (2ª Corintios 3:6)

Hablar de la gracia de Dios es como emprender un viaje hacia la montaña más alta, es adentramos en un tema que no solamente es muy extenso, sino fascinante. Podremos tomar muchas rutas, pero hay solo una cima, su nombre es Jesucristo.

Nuestro texto día nos dice que hemos sido capacitados para ser servidores de un nuevo pacto, entendiendo esto, ¿no deberíamos conocer mejor el pacto bajo el que vivimos? De ahí que es imperativo emprender el viaje hacia la montaña correcta, al lugar del pacto.

En la biblia podemos encontrar diferentes pactos, pero nos centraremos en estas reflexiones a abordar los dos pactos centrales de las escrituras; es decir. El viejo pacto de la ley y el nuevo pacto en Cristo

Y para poder comprender el pacto establecido por el mismísimo Mesías, es decir por Cristo, no hay un mejor texto en la biblia que nos enseñe y centre y enseñe en las realidades del nuevo pacto que la epístola a los hebreos (Hb. 10:1).

Esta carta está escrita a una audiencia judía, obviamente los mayores conocedores de la ley dada a Moisés. Además, toda la carta consiste en mostrar la supremacía de Cristo, estando muy por encima de todo lo que se conocía en el antiguo pacto.

Algo interesante que nos revela las mismas Escrituras, es darnos cuenta que, todo lo que estaba en el antiguo pacto era una sombra, eran tipos o figuras de lo que había de venir, de lo que tú y yo podríamos disfrutar a través de la resurrección de Jesucristo.

Lo que indica que, es ilógico querer vivir bajo las sombras cuando ya podemos experimentar la realidad que es Cristo, en nosotros, con nosotros y a través nuestro.