RestáuranosMuestra

"Restaurar el tiempo perdido" (Pr. Jonatán López).

FUTURO

“El futuro es algo que cada cual alcanza a un ritmo de sesenta minutos por hora, haga lo que haga y sea quien sea.” (C.S. LEWIS).

Después del abrazo con su hermano Esaú, vamos a trasladarnos hacia el final de los días del patriarca Jacob. Mas específicamente al momento en que reúne a sus hijos para darles la bendición final.

La bendición paterna tenía una importancia crucial, ya que era considerada como la transmisión de autoridad, herencia y prosperidad de un padre a sus hijos. Más allá del aspecto espiritual, la bendición confería legitimidad, estatus social y poder a los descendientes. En muchas culturas del Oriente antiguo, la bendición paterna era vista como una especie de testamento que establecía la posición y el destino de cada hijo dentro de la familia y la sociedad.

Pero luego de acercarnos a la historia del patriarca, podemos decir que este momento puede interpretarse como la culminación del proceso de reconciliación y restauración en la vida de Jacob. El derrumbe de su vida comienza por robar una bendición paterna, pero años después, gracias a la restauración divina, puede otorgar bendición a sus hijos reconociendo sus singularidades, validándolos, proyectándoles esperanza y visiones para su descendencia.

De ladrón bendecido a bendecidor.

Que esta historia nos recuerde que, a pesar de nuestras caídas y fracasos, el amor restaurador de Dios, a través de lo que Jesús hizo en la cruz, puede transformar nuestras vidas y otorgarnos la capacidad de bendecir a otros, proyectando visión y esperanza hacia el futuro.

Reflexión:

Donde sea que te encuentres en la vida en este momento, quiero decirte que no es el capitulo final de tu vida, Dios todavia sigue trabajando en ti, y el que comenzó la obra, la va a finalizar. Vas a poder bendecir a quienes te rodean a través de tu testimonio de restauración sobrenatural.