RestáuranosMuestra

"Restaurar el tiempo perdido" (Pr. Jonatán López).

RELACIONES ROTAS

"A veces, cuando trato de entender los motivos de una persona, me gusta jugar a un juego: asumo lo peor" (Lord Petyr Baelish, Game of Thrones).

En este nuevo día, comienza un antes y un después en la historia de Jacob. Años de enfrentamiento con Esaú, llegaban a su fin. Mientras cruzaban pensamientos nacidos desde el temor y organizaba el enfrentamiento con su hermano, decide aislarse y tener un momento de soledad. Pero esa noche, en la oscuridad, aparece una figura a atacarlo.

El texto presenta a un personaje misterioso con el que Jacob se encuentra en un enfrentamiento nocturno. Aunque el texto no revela la identidad de este individuo, ofrece pistas que sugieren algo divino. Observemos la insistencia en irse antes de que raye el alba. ¿Por qué seria esto? Porque nadie podía verle el rostro a Dios y vivir. Es ahí cuando Jacob se da cuenta de que ese era el motivo de que su adversario quiera irse antes que salga el sol. Lo estaba protegiendo. Jacob mismo después dice: “VI A DIOS CARA A CARA Y FUE LIBRADA MI ALMA”.

Jacob en vez de decirle. SUÉLTAME, NO QUIERO MORIR. Hizo todo lo contrario, se aferró con fuerzas y le dijo: NO TE VOY A DEJAR HASTA QUE ME BENDIGAS. Es como si Jacob hubiese pensado: “Que tonto fui… Esto es lo que estuve esperando toda la vida. ¡La bendición de Dios! La busqué en la aprobación de mi padre. La busqué en la belleza de Raquel. Ahora, no te voy a dejar hasta que me bendigas". Y dice el texto: Dios lo bendijo allí.

Palabras hermosas y misteriosas al mismo tiempo. Porque una bendición en la Biblia siempre es de manera oral. Pero acá no se nos dice qué le dijo. Solo hay un diálogo. Lo que sí podemos saber, es que la vida de Jacob fue transformada.

Y lo hermoso de la restauración en nuestras vidas, es que Dios hace su obra completa. El capítulo 33 nos relata el momento en que Esaú se encuentra con su hermano (que ahora tenía su cadera dislocada), y dice: “...Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó, y lloraron".

Reflexión:

Podemos intentar sanar relaciones rotas, complicaciones por nuestro pasado, consecuencias de la vida, todo con nuestras fuerzas. Pero si descansamos en que el Dueño de nuestras vidas haga su obra completa, que Él toque nuestras vidas con su bendición, vamos a ver milagros y restauración sobrenatural.