RestáuranosMuestra
"Restaurar el tiempo perdido" (Pr. Jonatán López).
LO REALMENTE IMPORTANTE: Mi familia.
“Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo, llévalas en tu frente como una marca y escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.” (La Biblia).
La restauración del tiempo perdido en la familia, tiene que ver con poder contar a los hijos de la fidelidad del Dios que nos restauró y nos sostiene en el presente. Sigamos con Jacob.
El Señor estaba redimiendo sus años perdidos, sus años etiquetados como “impostor”, como “mentiroso”, tenía una historia de transformación y restauración para poder contar a sus hijos y nietos. Sin embargo, encontramos en Genesis 31:19 un texto muy particular: “...Y Raquel hurtó los ídolos de su padre".
No se sabe con certeza porque lo hizo. A simple vista, parece que eran para su culto personal, pero creo que Labán no se hubiese enojado como lo hizo, y comenzar la persecución hacia ellos solo por eso. Según algunos comentarios, además de su valor religioso, también eran una especie de certificado de propiedad de los bienes que pertenecían a la familia. Podía reclamar la herencia. Jacob tendría que haber dicho en este momento: “Yo ya robé una herencia alguna vez, puedo volver a hacerlo".
Pero él no estaba enterado del robo (Vs. 32). Así que idea de él no había sido, ni tampoco se dejó influenciar como aquella ocasión con su madre. Jacob podría haber aprovechado, pero no lo hizo. Dios estaba haciendo una obra de restauración en su identidad. Podría haber huido y escapar del problema, como lo hizo con su hermano Esaú y su padre, sin embargo, enfrento en un dialogo a su suegro, hicieron pacto, y se despidieron bajo bendición (Vs. 54). Interesante final, ¿no? Pareciera que estamos hablando de otra persona, y no del Jacob mentiroso e impostor. Ese es el milagro de Dios en los corazones rotos.
Reflexión:
Quizás hoy no tengas el habito de separar el tiempo devocional familiar, pero nunca es tarde para comenzar, ya que en ese altar familiar uno puede contar que, así como Jacob, estábamos ciegos, y hoy podemos ver. Que, como Jacob, éramos impostores, pero fuimos restaurados. Que éramos pobres, ciegos y estábamos desnudos, y aunque fallamos, Dios jamás nos dejó y siempre fue fiel.
Escrituras
Acerca de este Plan
Dios restaura individuos y comunidades, ofreciendo perdón, transformación y renovación espiritual. ¡Descubramos juntos el poder restaurador a través de este poderoso plan! Agradecemos a todos los colaboradores de este proyecto y confiamos en que será una bendición a cientos de lectores.
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Nos gustaría agradecer a Pastor Jonatan López por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.instagram.com/jonatanlopez._