RestáuranosMuestra

"Nuestro amor a Dios" (Alejandro Capdevila).

Buscando intimidad

Ayer orábamos al Señor pidiéndole que restaure nuestra pasión y amor hacia Él. Ahora bien, ¿cuál es nuestra realidad de búsqueda? ¿Verdaderamente queremos conocer más al Señor de nuestra vida?

Si anhelamos conocer más de Él, en el texto de hoy, Jesús nos da una clave, una pista a seguir, una vía para acceder al Padre.

Existe un “poder” en la intimidad. La realidad es que éxitos y fracasos se han concebido en la intimidad. Los pecados que destruyen vidas y abortan sueños, se han planificado en la intimidad. Hay vidas gobernadas por el poder de las tinieblas en lo secreto: vicios, malos pensamientos, deseos desordenados, etc. Satanás toma el espacio.

Pero si aceptamos la invitación del Padre, y le damos el control de nuestra intimidad, nuestro destino no será trágico, sino glorioso.

“El Padre que está en lo secreto”, no significa que está oculto deseando que no lo encontremos. Por el contrario, está deseando que lo busquemos.

En nuestro trajín diario se dificulta apaciguarnos y apagar tantos “ruidos que nos distraen”. Si dejamos esos ruidos afuera y entramos, buscando ese espacio de intimidad, podremos escuchar su dirección. ¡Qué hermoso para aquellos que son padres poder pasar tiempo con sus hijos a solas! De tal modo, pensemos en el Padre, esperándonos en lo secreto.

Restaurarnos a la intimidad es un ejercicio que nos invita a realizar hoy el Señor. Él no se esconde de nosotros, sino que nos está esperando.

ORACIÓN

Señor, en este día dejo lo que me distrae y decido pasar tiempo contigo en oración, cantándote y agradeciéndote. No quiero que esto sea una costumbre, sino el placer de estar en comunión íntima contigo.