Abrazando la paternidad de DiosMuestra
SANANDO LA IMAGEN DE LA PATERNIDAD
Hay una gran confianza y seguridad que surge en nosotros al conocer a Dios como nuestro Padre. Piensa en cómo un niño vive confiado, sin temor, sin miedo a la escasez porque sabe que tiene un padre que le provee todo lo que necesita aunque no sepa cómo o qué hará para suplir sus necesidades. El futuro no le preocupa porque confía en que su padre cuidará de él. Cuando hay una amenaza o dificultad, corre hacia su papá porque sabe que en él estará seguro, pues él lo defenderá y lo protegerá. El niño sabe que cuenta con su ayuda, y que su padre sabe exactamente cuándo intervenir; y que incluso su ayuda no proviene de su clamor, sino de su amor por él, como lo escribe el salmista (Salmo 94:18-19, NVI). Esta es la paternidad que Dios nos ofrece y que quiere que abracemos, una relación de padre-hijo/a, una relación de confianza y no de esclavo-amo.
Quizá hemos distorsionado nuestra imagen de Dios como Padre y nos ha costado relacionarnos con Él de esta forma a causa de no tener una figura o imagen de cómo es un padre, ya sea por una ausencia del mismo o por una experiencia negativa, provocando que vivamos temor y no en confianza.
Ejemplo de algunas distorsiones de la paternidad es la imagen de un padre indiferente, distante, insensible, que no presta atención, que no conoce ni suple las necesidades así como tampoco brinda amor ni protección. Algunos otros tienen la idea de un padre gruñón que castiga y a quien no te puedes acercar con confianza, por temor. Sin embargo, Dios desea sanar toda distorsión de la paternidad y quiere que sepamos y creamos en Su amor por nosotros como Padre. Somos llamados a tomar el amor y la gracia de Dios y a responder al amor del Padre con confianza y con fe al acercarnos a Él con transparencia.
Dios desea que conozcamos Su amor por experiencia propia y que creamos que en verdad nos ama a pesar de que las circunstancias quieran hacernos creer lo contrario. Tu condición no define el amor de Dios por ti. Él te amó aún estando muerto/a en pecado, con cuánta más razón ahora en Cristo y por Cristo seremos salvos (Romanos 5:8-10).
Pablo sabía esta verdad, estaba tan convencido, tan cimentado al amor de Dios, que él sabía que nada ni nadie podía separarlo del amor de Dios que es en Cristo Jesús; y como cristianos, debemos tener la misma confianza.
RECUERDA:
- Dios no solo nos hace libres del temor al castigo gracias a Jesucristo (Isaías 53:5), sino que también podemos decir que nos libra de todos los temores.
Su paternidad nos da la seguridad de provisión, cuidado y protección. Dios no es un Padre indiferente, Él conoce tus necesidades incluso antes de que tú las digas en oración y, como Buen Padre, sabe lo que es bueno para ti y lo que es mejor. Él no te negará algo que sea bueno.
Lucas 11:11-13 dice: "¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?”.
Cualquier padre humano ama bendecir a sus hijos y nunca respondería a una solicitud de algo bueno con algo malo. ¡Cuánto más Dios!
¡Sus ojos están puestos en ti! Él nunca duerme.
¿Cuánta seguridad y confianza te da saber que tu Padre es Todopoderoso y Soberano? ¡El Creador del Universo es tu Padre y te ama! Sé consciente de ello y créelo.
Acerca de este Plan
¿Qué cambio crees que tendrían nuestras vidas si cada día abrazáramos la paternidad de Dios? ¿Qué impacto tiene en nosotros creer en el amor de Dios como Padre? Hay una gloriosa libertad que experimentamos al abrazar Su paternidad: el temor es echado fuera y la inseguridad se hace trizas. ¿Habría algo de qué preocuparnos? Es momento de creer y vivir de acuerdo a estas verdades.
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Nos gustaría agradecer a Fátima Meza por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://linktr.ee/soyfatimaa