Éxodo: Camino a La LibertadEjemplo

Actitud correcta ante la adversidad

Recién salieron de Egipto y los israelitas ya se encuentran enfrentando su primera crisis.

Al frente, tienen el inmenso y profundo mar que les impide continuar avanzando, y a sus espaldas, tienen a un Faraón enardecido, que junto a todo su ejército pretende acabar con la libertad que recién empezaban a disfrutar.

¿Te identificas con la escena? ¿Alguna vez te has sentido acorralado de esa manera por los problemas, sin poder avanzar ni retroceder, estancado en medio del desierto?

Muchos de nosotros hemos estado ahí.

La queja, el miedo, la ingratitud y una marcada actitud de derrota, hicieron que este pueblo, que tan solo unos momentos antes marchaba con aire triunfal, ahora pensara que todo se había acabado. Moisés por su parte, toma una actitud distinta, la actitud que debe caracterizar a un líder: Anima al pueblo a mantenerse firme, no presta atención a las críticas ni a las quejas, les recuerda que dependen de Dios y no de él, acude a Dios buscando respuestas, y Dios le da indicaciones.

La adversidad tiende a llevarnos a tomar actitud de derrota cuando las cosas se ponen cuesta arriba. La historia del pueblo de Dios nos deja ver cómo la oposición aparece justo después de haber experimentado algún momento de éxito o de victoria. Satanás quiere desanimarnos, hacernos dudar del poder de Dios, y de sí verdaderamente Él está con nosotros.

Mantener nuestras posiciones, ponernos en marcha, y descansar en que Dios peleará batalla por nosotros, es la actitud correcta. Nosotros hacemos nuestra parte en fe, de lo imposible se encarga Dios.

¿Qué actitud estamos tomando ante los desafíos que se nos presentan hoy en la vida? ¿Cómo podríamos mostrar una mejor actitud, a partir de lo que ya hemos visto a Dios hacer en el pasado por nosotros?

Oremos:

No importa si lo que tenemos al frente es un mar que parece imposible de cruzar, o una montaña que luce inamovible. No importa si los problemas nos pisan los talones; porque tú estás nosotros, mantenemos nuestra posición de avanzar en fe, haciendo lo que nos corresponde, no dudamos de que al igual que lo hiciste en el pasado, nuevamente veremos el mar abrirse en dos.