Éxodo: Camino a La LibertadMuestra

Sin espacio en el disco duro

Uno de los propósitos por el cual Dios estableció la Pascua como estatuto perpetuo para su pueblo, era para que no se olvidaran ni del día, ni de la forma milagrosa en la que los rescató de la esclavitud.

Esto no solo les permitiría permanecer agradecidos a Dios por su fidelidad, sino que además, les daría la fe y la esperanza necesaria para enfrentar el desierto con una actitud distinta, confiando en que, el mismo Dios que los sacó de Egipto los ayudaría de nuevo ante cualquier adversidad.

Dios sabe que nuestra memoria tiende a ser como disco duro que se queda sin espacio para seguir almacenando. Somos muy selectivos en cuanto a las cosas a las que le damos un lugar importante en nuestros recuerdos. Lentos para recordar las cosas buenas que Dios hace por nosotros, rápidos para recordar aquellas que no salen de acuerdo a nuestro plan.

Dios sabía que lo mejor para su gente era pasar una temporada en el desierto; allí serían formados y preparados en diferentes áreas para cuando tuvieran que enfrentar a sus enemigos.

Lamentablemente muy poco tiempo después de su liberación, cuando estaban frente al mar, se llenaron de temor y se olvidaron de la forma en la que Dios los había cuidado. Esta actitud olvidadiza se convirtió en un problema, que a la larga terminó extendiendo su paso por el desierto.

¿Será que a nosotros también se nos olvida con facilidad lo que Dios ya ha hecho en el pasado para librarnos del peligro?

A veces Dios permite que transitemos el camino largo, el camino del desierto. Cuando estemos allí no olvidemos dos cosas:

I. El mismo Dios que nos libró en el pasado, está con nosotros para librarnos en el presente y en el futuro.

II. El tiempo en el desierto nunca es un desperdicio, es un tiempo de formación y crecimiento en el que Dios nos prepara para enfrentar el futuro.

¿Qué hizo Dios por mí en el pasado, y que necesito recordar hoy para enfrentar el presente con fe y esperanza?

Oremos:

Dios, gracias por recordarnos que nuestra vida siempre ha dependido de ti. Ayúdanos a deshacernos de aquellos recuerdos negativos que nos convierten en personas amargadas e ingratas. Hoy elegimos llevarlos a la cruz, para vivir en gratitud por todo lo que has hecho.