El niño que es SeñorMuestra
Dios ama buscar a los que no son nada en ninguna parte
Avancemos desde la época de Malaquías hasta los días de Herodes el Grande. La historia cuenta que fue un gobernante brillante pero malvado, conocido sobre todo por reconstruir el templo judío de Jerusalén. El templo era un hito de importancia monumental para el pueblo de Dios y el escenario de la narración de Lucas.
Nos encontramos con dos personas comunes llamadas Zacarías y Elisabet. Elisabet era de la línea sacerdotal de Aarón, así que procedía de generaciones de ministros. Zacarías era un sacerdote, el equivalente en aquella época a un pastor rural.
¿Qué más sabemos de esta pareja? En primer lugar, eran ancianos, lo que en aquella época significaba tener más de 50 años. Dos, eran estériles: no podían tener hijos, y los padres dependían de sus hijos para que los cuidaran en su vejez. Tres, estaban afligidos. En su época, ser viejo y no tener hijos no sólo era emocionalmente devastador, sino también económicamente peligroso. Sin cuidados ni ayudas públicas, dependían de sus hijos para que les cuidaran en su vejez. Cuatro, Zacarías y Elisabet también eran pobres. Zacarías era un simple sacerdote en medio de la nada; según la visión equivocada del mundo, era un don nadie que vivía en ninguna parte sin nada. Además, muchas personas que no tenían hijos se preguntaban si Dios les había maldecido con la esterilidad en lugar de bendecirles con un bebé. Como gran ejemplo para nosotros, esta pareja de ancianos era sencilla y triste, pero aun así firme.
Se dice que había 18.000 sacerdotes asignados a una de las 24 divisiones, con 750 hombres en cada división. Cada división viajaba a Jerusalén durante una semana, dos veces al año, para ministrar en el templo.
Los 750 sacerdotes se reunían y tiraban los dados para ver a quién le tocaba hacer la gran tarea: entrar en el templo, echar incienso en los carbones y hacer una oración. Eso era todo. Una vez que lo hacías, estabas acabado de por vida. Te declaraban santo y bendito, y ya no podías volver a hacerlo. Proverbios dice: “Podremos tirar los dados, pero el Señor decide cómo caen.” (Proverbios 16:33, NTV). Durante años—incluso décadas—Zacarías viajaba hasta Jerusalén, pero nunca era elegido porque los dados nunca caían a su favor. Pero el significado de sus nombres nos da una pista de que Dios está tramando algo. Elisabet significa “juramento de Dios”, y Zacarías es “el Señor se acuerda”. Efectivamente, el gran día de Zacarías llegó por fin, y fue mucho más grande de lo que jamás podría haber imaginado.
Reflexión:
Mirando hacia atrás en tu vida, ¿puedes nombrar tres maneras en las que Dios ha provisto milagrosamente para ti?
Escrituras
Acerca de este Plan
Cada Navidad, el mundo entero se detiene para celebrar el nacimiento de la persona más importante en la historia del mundo: ¡Jesucristo! En el devocional diario “El niño que es Señor”, estudiaremos los grandes detalles que rodean esta entrada de Dios en la historia de la humanidad, que cambió vidas, alteró la historia y salvó almas, tal como se registra en Lucas 1-2.
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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/