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El niño que es SeñorMuestra

El niño que es Señor

DÍA 10 DE 45

Dios tiene un propósito para la historia y para tu papel en ella

Dios es un Dios soberano. Él gobierna sobre todos los tiempos, naciones, idiomas, culturas, razas, clases y géneros de personas. Todo en la historia se desarrolla según Su plan.

En el Nuevo Testamento aprendemos que Dios “De un solo hombre creó todas las naciones de toda la tierra. De antemano decidió cuándo se levantarían y cuándo caerían, y determinó los límites de cada una.” (Hechos 17:26, NTV). Al igual que Elisabet y Zacarías, estás vivo en este preciso momento porque Dios tiene algo específico que debes realizar como parte de Su infinita sabiduría y plan. Podemos empezar por adorarle fielmente y confiar pacientemente en Él, como hicieron Zacarías y Elisabet, sin dejar nunca de orar por los deseos de nuestro corazón.

El ángel dice a Zacarías: “Dios ha oído tu oración” (Lucas 1:13, NTV). Zacarías y Elisabet llevaban décadas pidiendo a Dios un hijo. ¿Por qué has dejado de orar? Dios siempre responde a la oración con una de estas tres respuestas: sí, no o más tarde. Tal vez algunas personas creían que Dios estaba ignorando a Zacarías, pero el hombre siguió orando, amando, sirviendo, adorando a Dios y siendo devoto a su esposa. Dios no había respondido “sí” todavía. Dios tampoco había respondido “no” todavía. Dios siguió respondiendo “más tarde” hasta que finalmente llegó el día en que la respuesta fue “sí”. De su ejemplo aprendemos que debemos seguir orando aunque parezca ser algo que no funciona.

Las palabras de alabanza de Elisabet cierran esta primera escena: “Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres” (Lucas 1:25). Este es un hermoso resumen de la doctrina de la expiación, una de las doctrinas más preciosas para los cristianos. Todos tenemos cosas en nuestra vida por las que nos sentimos sucios, deshonrados, manchados y desanimados.

La palabra “afrenta” se refiere a la vergüenza o deshonra pública e incluso la denigración que Elisabet soportó trágicamente a causa de su esterilidad. Prácticamente, esto significaba que sufrió abusos emocionales, verbales y espirituales durante décadas, ya que las otras mujeres religiosas, engreídas y sin gracia la habrían considerado maldita por Dios por no tener hijos. ¿Había pecado Elisabet? No. ¿Había hecho algo malo? No. No era perfecta, pero se nos dice que amaba y servía al Señor y que, según todos los indicios, era una persona muy piadosa. ¿La estaba maldiciendo Dios? No. Simplemente estaba llevando a cabo Su plan providencial en el momento que Él prefirió. Su respuesta a sus oraciones fue “más tarde”, y más tarde finalmente llegó.

Como Elisabet, las víctimas que han sufrido abusos sexuales, emocionales, mentales, físicos o verbales pueden acudir a Dios, que nos quita la afrenta, la vergüenza y la desgracia. Él nos quita todo eso y lo pone sobre sí mismo. Cuando Jesús fue a la cruz, soportó la cruz, despreciando la vergüenza por nosotros (Hebreos 12:2). Querido amigo, Jesús quiere quitarte hoy toda tu vergüenza y limpiarte completamente. Quiere quitarte la afrenta para que puedas adorarlo, celebrarlo y disfrutarlo como Elisabet cuando conoció el amor de Dios. Quiere quitarte esa carga para que puedas alzar tu voz y adorarlo con alegría en libertad.

Reflexión:

¿Realmente has entregado tu vergüenza a Jesús para que te quite esa carga de condenación para siempre? ¿Por qué no lo haces ahora mismo en oración, levantando las manos y entregándole esa vergüenza?

Día 9Día 11

Acerca de este Plan

El niño que es Señor

Cada Navidad, el mundo entero se detiene para celebrar el nacimiento de la persona más importante en la historia del mundo: ¡Jesucristo! En el devocional diario “El niño que es Señor”, estudiaremos los grandes detalles que rodean esta entrada de Dios en la historia de la humanidad, que cambió vidas, alteró la historia y salvó almas, tal como se registra en Lucas 1-2.

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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/