El niño que es SeñorMuestra

El consuelo del amor de Dios

Es asombroso y maravilloso pensar que el libro más largo del Nuevo Testamento fue escrito a una persona, Teófilo. ¿Ama Dios al mundo? Sí. ¿Ama Dios a todas las naciones? Sí. ¿Ama Dios a todas las ciudades? Sí. ¿Ama a los individuos? Sí, los ama. Es un gran consuelo que Dios haga todo lo posible para que un libro de la Biblia sea dado a una persona. Esto indica que Dios es muy amoroso y nos conoce a todos y no trata con nosotros como si fuéramos una manada sino individualmente. El mismo Dios que ama al mundo entero también te conoce y te ama a ti. Tú eres amado por Dios.

Es posible que Teófilo no fuera cristiano, o que era un recién convertido al cristianismo. Tal vez se preguntaba si todo lo que había oído sobre Jesús era verdad: caminar sobre el agua, expulsar demonios, multiplicar los peces y los panes, curar a los enfermos, resucitar de entre los muertos. ¿Dijo Jesús realmente que era Dios? ¿Puede realmente perdonar el pecado? ¿Es realmente Dios que se hizo hombre para reconciliarnos con Dios?

El acaudalado y prominente “excelentísimo Teófilo” tiene mucho que perder al declararse públicamente cristiano. En aquella época, el César era el señor. Y como cristiano, Teófilo juraría mayor lealtad a Jesús el Señor. Esto podría resultar en la ruina personal y financiera. Es probable que sea un hombre luchando con las implicaciones de la verdadera fe, tal vez como tú: “¿Realmente creo en Jesús? ¿Amo a Jesús? ¿Pertenezco a Jesús? ¿Estoy dispuesto a hacerlo público y decirle al mundo que soy cristiano? ¿Estoy dispuesto a dar generosamente por la causa de Jesús?”.

Reflexión:

¿Cuáles son las cinco primeras cosas que te vienen a la mente cuando consideras las formas prácticas en que Dios te ha mostrado su amor?