El niño que es SeñorMuestra
El médico amado
Lucas es mencionado tres veces en el Nuevo Testamento, cada vez por su íntimo amigo Pablo. En Colosenses 4:14, Pablo escribe: “Lucas, el médico amado, les envía saludos”. Los eruditos han señalado la cantidad de lenguaje médico utilizado en Lucas-Hechos como un indicador de que el Dr. Lucas fue el autor [3]. Pablo se refiere a Lucas en Filemón 24 como su “colaborador”. Lucas pasó mucho tiempo viajando y trabajando junto a Pablo en la obra del evangelio. Aunque muchos compañeros de Pablo le abandonaron cuando se acercaba el final de su vida, parece que Lucas se mantuvo firme. Pablo escribe a Timoteo en su última epístola conocida: “Sólo Lucas está conmigo” (2 Timoteo 4:11). A la luz de su formación médica, Lucas pudo haber sido también el médico de Pablo, atendiendo sus diversas dolencias y lesiones en sus viajes juntos.
Pablo no incluye a Lucas en el grupo al que se refiere Colosenses 4:11: “Estos son los únicos colaboradores conmigo en el reino de Dios que son de la circuncisión, y ellos han resultado ser un estímulo para mí”. Por lo tanto, la mayoría de los comentaristas han llegado a la conclusión de que Lucas era probablemente un gentil y no un judío.
A lo largo del libro de los Hechos, escrito también por Lucas, hay numerosos pasajes en los que se usa el pronombre “nosotros”, lo que indica que alguien viajaba con Pablo en sus diversos viajes misioneros (Hechos 16:10-17; 20:5-15; 21:1-18; 27:1-28:16). Muchos eruditos bíblicos han llegado a la conclusión de que Lucas era el compañero de viaje de Pablo mencionado en los pasajes “nosotros”, lo que significaba que tenía conocimiento de primera mano y acceso a las personas que estaban en el centro de la vida de Jesús y del movimiento del cristianismo primitivo. Esto habría proporcionado a Lucas oportunidades increíbles para llevar a cabo su investigación histórica.
No sabemos mucho sobre la vida personal de Lucas, pero un antiguo relato histórico fuera de las Escrituras dice: “En efecto, Lucas era un sirio antioqueno, médico de profesión, discípulo de los apóstoles; más tarde, sin embargo, siguió a Pablo hasta su martirio, sirviendo al Señor intachablemente. Nunca tuvo mujer, nunca tuvo hijos, y murió a la edad de ochenta y cuatro años, lleno del Espíritu Santo, en Betia [Grecia]”[4].
El nombre de Lucas es una palabra griega, lo que indica su origen gentil no judío. Los eruditos han señalado que su lenguaje y estilo escritos son distintivamente griegos, mostrando un alto nivel de sofisticación similar al de los escritores griegos clásicos. Esto se debe al hecho de que Lucas es un médico culto. El comentarista bíblico I. Howard Marshall escribe:
El estilo literario de Lucas y Hechos demuestra que su autor fue una persona culta con considerables dones de expresión. Los indicios de fraseología médica, y el interés en asuntos médicos en ellos, refuerzan la opinión de que “el médico amado” fue su autor. Muchos eruditos que han analizado su obra a la luz de su fondo clásico reconocen los dones de Lucas como historiador, y lo comparan favorablemente con los mejores historiadores antiguos. [5].
Desde el comienzo del Evangelio de Lucas (1:1-4) queda claro que él no fue testigo presencial del ministerio de Jesús. Más bien, investigó personalmente la vida y el ministerio de Jesucristo entrevistando a los que fueron testigos presenciales. Escribe que “las cosas que entre nosotros son muy ciertas, tal como nos las dieron a conocer los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la Palabra” (1:1-2).
Los arqueólogos e historiadores que han estudiado las obras de Lucas han confirmado la exactitud de su metódica investigación. Por ejemplo, Sir William Ramsay, antiguo catedrático de Arte Clásico de la Universidad de Oxford, estuvo en un momento muy opuesto a que se considerara a Lucas un historiador fiable. Pero después de llevar a cabo su investigación arqueológica en Asia Menor, el profesor Ramsay se convenció de que estaba equivocado y de que Lucas tenía razón en los puntos en los que habían discrepado. Ramsay se retractó de sus anteriores afirmaciones de que Lucas se equivocó en algunas cosas:
Lucas es un excelente historiador, ya que no sólo sus declaraciones sobre los hechos son fidedignas, sino que posee el verdadero sentido histórico; fija su mente en la idea y el plan que rigen la evolución de la historia, y mide la importancia de cada incidente en su forma de exponerlo. Toma los acontecimientos importantes y críticos y muestra su verdadera naturaleza con mayor extensión, mientras que toca ligeramente u omite por completo mucho de lo que carece de valor para su propósito. En resumen, hay que situar a este autor junto a los más grandes historiadores [6].
El objetivo de Lucas era seguir la verdad dondequiera que lo condujera, y lo condujo a Jesucristo. Al estudiar el evangelio de Lucas, debemos aspirar a seguir la verdad adondequiera que nos lleve.
Reflexión:
¿Consideras que el evangelio de Lucas es una fuente creíble de la verdad sobre Jesús? Si no es así, ¿por qué?
[3] Ver específicamente W. K. Hobart, The Medical Language of St. Luke [El lenguaje médico de San Lucas] (Dublin: Hodges, Figgis, 1882), y también Adolf von Harnack, Luke the Physician [Lucas el médico] (New York: Putnam, 1907).
[4] “Anti-Marcionite Prologue to Luke,” [Prólogo antimarcionista a Lucas] citado en inglés en http://www.ccel.org/p/ pearse/morefathers/anti_marcionite_ prologues.htm, (visitado el 27 de Abril de 2009).
[5] I. Howard Marshall, “Luke,” [Lucas] en D. R. W. Wood y I. Howard Marshall, New Bible Dictionary [Nuevo diccionario bíblico], 3ra ed., (Leicester, England; Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 1996), 703.
[6] Citado de “Luke the Historian” [Lucas el historiador], por John A. Thompson, (1974). Bible and Spade (1974), 3(1), 7.
Escrituras
Acerca de este Plan
Cada Navidad, el mundo entero se detiene para celebrar el nacimiento de la persona más importante en la historia del mundo: ¡Jesucristo! En el devocional diario “El niño que es Señor”, estudiaremos los grandes detalles que rodean esta entrada de Dios en la historia de la humanidad, que cambió vidas, alteró la historia y salvó almas, tal como se registra en Lucas 1-2.
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Nos gustaría agradecer a Mark Driscoll por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://realfaith.com/