El niño que es SeñorMuestra

Sustituye la ansiedad por la historia

María tiene dos opciones a la luz de todo lo que ha sucedido en su vida. Puede ceder a la ansiedad o puede centrarse en la historia: ¿Qué ha hecho Dios?

En momentos de crisis y duda, elegir la ansiedad nos llevará a un miedo paralizante sobre el futuro. En cambio, María recuerda la gracia de Dios hacia Abraham y la nación de Israel. Reconoce que la culminación de las promesas de Dios se cumplirá en su hijo, el Salvador del mundo. Confía en que Dios lleva miles de años obrando en ello, y cree que cumple Su palabra.

Confía en que Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Aférrate a él como un ahogado a la deriva en el mar se aferra a un salvavidas. No significa que todo se solucionará, pero mantendrás la calma y podrás adorar en medio de tus problemas. Encuentra una manera de glorificar a Dios para que tengas alegría y una razón para cantar. Lee las Escrituras, la historia de la Iglesia y biografías. Conoce a las personas y escucha la historia de la obra de Dios en sus vidas, para que puedas sustituir la ansiedad por la historia. Dios ha sido bueno, y será bueno, porque es el mismo Dios ayer, hoy y siempre.

Si luchas contra la desesperación y el desánimo, o tal vez incluso contra la depresión, permíteme que te presente algo que puede serte muy útil: anota las pruebas de la gracia de Dios hacia ti. Como a María, te ayudará a decir: “Ha hecho cosas buenas por mí”.

¿De qué te ha perdonado Dios? ¿Qué te está enseñando? ¿Cómo te está cambiando? ¿Qué personas ha puesto en tu camino? ¿De qué circunstancias te ha librado? ¿A qué oportunidades te está llamando? Toda tu vida podría cambiar si pudieras mirar hacia atrás y saber con confianza que Él ha hecho grandes cosas por tí.

Reflexión:

Hoy, escribe al menos cinco maneras específicas en las que Dios ha hecho grandes cosas por ti en tu pasado.