Estrellas y ArenaMuestra
Fe sobrenatural
Ayer mencionamos un poco sobre el sacrificio que Abraham haría con Isaac, así que hoy profundizaremos en esta parte. Para el día de hoy, te recomiendo que tengas tu Biblia física o la Biblia en otro dispositivo a mano, para que vayamos leyendo juntos.
Dios le dice a Abraham que sacrifique a Isaac; quizás puedas pensar ¿Por qué Dios hizo esperar tanto a Abraham para luego pedirle que sacrifique a Isaac? ¿Será que Dios de verdad cumpliría su promesa? Si leemos en el capítulo 22, Abraham obedece y se dirige al monte para sacrificar a Isaac (Génesis 22:2-8). Quiero que visualicemos esta escena, e imaginemos a Abraham caminando junto a su hijo, pensando: ¿Qué pasaría al sacrificar a Isaac? Quizás se sintió triste porque sacrificaría aquello por lo cual él y su esposa habían esperado tanto; sin embargo, aunque no entendía por qué Dios le había pedido eso, él obedeció (Génesis 22:10-12). Dios probaba el corazón de Abraham, y al final, miró la fidelidad de este varón, que no le negaba nada, ni a su hijo por el cual había esperado tanto (Génesis 22:16-18). Hay algo increíble de esto, y es que, Dios también probó hasta donde llegaba la fe de Abraham.
Hebreos 11:17-19 habla de la fe de Abraham, y es que, menciona que Abraham creía en que aun, aunque sacrificara a Isaac, Dios tenía el poder de levantarlo de los muertos, es decir, de resucitarlo. Y lo increíble de esto, es que Abraham nunca había visto un milagro de resurrección, para ese tiempo, Jesús todavía no había venido a la tierra a morir por nosotros y luego resucitar. ¡Es increíble! Y eso no es todo, en realidad Abraham no miró toda su descendencia, es decir; él no miró al pueblo de Israel llegar a la tierra prometida, pero, aquí viene otro momento de fe de Abraham. Hebreos 11:13-16 dice que, Abraham, anhelaba una patria celestial, quiero que leas estos versículos que te he mencionado en Hebreos, y los analices y veas la profundidad que hay detrás de estos versículos. Ahí dice que Abraham no buscaba una patria en esta tierra, sino, una celestial. La palabra patria significa “Tierra natal o adoptiva ordenada como nación”, es decir un lugar que nos da una identidad, porque pertenecemos ahí, y podríamos decir que es como un “hogar”. Si buscas patria celestial en internet, dice que significa “cielo o gloria”. Entonces, Abraham, conocía que su patria era en Dios y no en la tierra, y para ese tiempo, no se había predicado aun sobre la vida eterna, ni sobre el evangelio; pero tanta era la fe de Abraham que creyó que Dios no solo le prometía una descendencia innumerable en la tierra, sino una eternidad con Él, le prometía su gloria. ¡La fe de Abraham era sobrenatural! Y, ¿sabes por qué? Porque le creía a un Dios sobrenatural.
Dios le hizo una promesa a Abraham, y Abraham le creyó; y al creerle se enamoró de Dios. Si Dios te ha hecho una promesa, créele; aunque se mire imposible, no mires las circunstancias, ni te desesperes cuando Dios te haga esperar, míralo como un viaje entre Dios y tú; y disfruta esa aventura y abre tu corazón a Dios, y créeme que, al conocer el corazón de Dios, te sorprenderás de lo maravilloso que él es. Oro para que tu mirada esté en él, recuerda que Abraham tenía una fe que iba más allá de lo natural; porque Él no miraba solo la promesa, Él miraba al Dios que le hizo la promesa.
Escrituras
Acerca de este Plan
En la Biblia, se menciona la historia de un varón que tuvo una fe increíble al creer las promesas de Dios, aun cuando el cumplimiento de ellas se miraba imposible. La fe de este varón iba más allá de lo natural, porque sabía que el Dios el cual él seguía, era experto en hacer posible lo imposible. ¡Prepara tu Biblia y principalmente tu corazón para estos días llenos de fe!
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Nos gustaría agradecer a Alejandra Maradiaga por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://instagram.com/nmaradiaga_02?igshid=OGQ5ZDc2ODk2ZA%3D%3D&utm_source=qr