Estrellas y ArenaMuestra

La espera de la promesa

Si te ha tocado hacer fila en el banco, en el supermercado o en alguna tienda, creo que sabes lo difícil que es esperar para ser atendido. No sé si has notado, pero hay muchas personas que se cansan de esperar y deciden retirarse de la fila; lo mismo pasa con las promesas de Dios, muchas veces nos toca esperar para que la promesa se cumpla; y así como muchos abandonan la fila en las tiendas porque se cansan de esperar, muchas veces nos pasa que, queremos abandonar los planes de Dios.

Abraham tuvo que esperar para que se cumpliera la promesa, si leemos en Génesis 12, ahí es la primera vez que Dios le habla a Abraham y le dice que se vaya de su tierra porque haría de él, una nación grande. Es la primera vez que Dios le menciona a Abraham sus planes con él, sin embargo, pasaron los años e Isaac todavía no nacía. Génesis 12:4 menciona que, cuando Abraham se va de su tierra, él tenía setenta y cinco años; sin embargo, cuando nació Isaac; Abraham tenía 100 años. Literalmente es una locura pensar que Abraham esperó todo ese tiempo para ver el inicio de su promesa, y nos podemos preguntar ¿Por qué tenemos que esperar para ver las promesas de Dios? Y si nos damos cuenta, la espera nos prepara; David fue ungido rey siendo un joven; sin embargo, tuvo que pasar un momento de preparación para ser rey.

La espera muestra lo que hay en el corazón; y si nos preguntamos, ¿será que Dios quiere ver si aún, aunque todavía no miremos la promesa, le seguimos adorando? Quizás Dios probaba en que dependía la fe y la adoración de Abraham, la Biblia menciona que este siervo levantaba altar para invocar el nombre de Dios, y los levantaba aun cuando Isaac no había nacido; es decir, adoraba en la espera. Y es que, puede pasar que las promesas de Dios sean un condicionante para nuestra adoración; donde adoramos y anhelamos la promesa, pero no al Dios que nos hizo esa promesa.

¿Le seguirías adorando a Dios, aunque no mires nada? En el mundo las personas dicen “Ver para creer”, pero en el cristianismo es “Creer para ver”.

En la Biblia se mencionan un momento donde Dios le dice a Abraham que sacrifique a Isaac (esto lo profundizaremos mañana) pero lo que quiero que miremos, es que aun cuando Dios le pide a Abraham que sacrifique a Isaac, Abraham levanta un altar; me imagino que de cierta forma su corazón se entristeció cuando Dios le pidió eso, pero él le respondió con adoración.

La espera no es fácil, pero créeme que en la espera Dios está obrando, y lo hermoso de esto, es que, si leemos en la Biblia, las mejores conversaciones entre Dios y Abraham fueron en la espera de la promesa. Imagínate el nivel al que llegó Abraham, que habló con Dios para interceder sobre la destrucción de Sodoma y Gomorra (Génesis 18:16-33); y tanta era la conexión del corazón de Abraham con el corazón de Dios, que Dios lo llamó su amigo.

Tú que lees este plan, no mires la espera con desesperación, al contrario, míralo como un tiempo en el que Dios te prepara para recibir eso que él ha preparado para ti, y que en ese tiempo puedas darle tu mejor adoración. La fe agrada el corazón de Dios, y si le adoras aun sin mirar la promesa, solo imagínate la satisfacción, el gozo y el amor que Dios siente de parte de ti, al ver que le adoras por lo que Él es, y no por lo que Él te dé.