Estrellas y ArenaMuestra

Estrellas

Cuando Dios le hizo la promesa a Abraham, le dijo que su descendencia sería tan numerosa como las estrellas del cielo y la arena del mar. Así que hoy, comenzaremos a hablar sobre las estrellas.

Abraham vivía en una tienda, por lo tanto, él cada noche podía salir a mirar las estrellas. Quiero que te imagines esa escena, y notes que cada noche Abraham con solo ver las estrellas, podía recordar la promesa que el Señor le había hecho. No obstante, no todos los días podía ver bien las estrellas; no sé si has notado que hay noches nubladas donde no se miran las estrellas; si lo analizamos, esas nubes que “opacan” las estrellas puede ser la duda que invade nuestra mente. Leí en Internet que en las ciudades es más difícil de apreciar las estrellas debido a la contaminación lumínica (esto es la luz artificial disparada en la atmósfera, lo cual, disminuye la visibilidad de los cuerpos celestes). Sin embargo, en el tiempo de Abraham no se daba esta contaminación lumínica, pero, ¿si pensamos en la contaminación espiritual? Esa contaminación espiritual podría ser la voz del enemigo poniendo duda en tus pensamientos; los comentarios del mundo, ya que, muchas personas podrán decirte que eso que Dios te prometió es imposible que suceda. Abraham y Sara en un momento llegaron a sentir duda, y ahí es donde Sara le dice a Abraham que tome a su sierva Agar para tener un hijo, entonces podemos ver que la duda provoca desenfoque y hace que nos olvidemos de las promesas de Dios.

Me imagino a Abraham saliendo cada noche de su tienda a ver las estrellas y me gusta pensar como su corazón era lleno de alegría al ver que, el Dios que creó las incontables estrellas y que incluso las conoce por nombre, era el mismo Dios que le prometió una descendencia así de numerosa. Abraham no se quedó dentro de la tienda dudando del plan de Dios; él salió, sabiendo que detrás de esas nubes que muchas veces tapaban su vista, estaba Dios recordándole su promesa.

Hoy quiero que nos preguntemos: ¿Qué está nublando nuestra fe? ¿Cuál es nuestra tienda que nos impide salir y ver el plan de Dios?