Conforme al Corazón de DiosMuestra

Un corazón lleno de fe (Parte IV)

Para cultivar un corazón lleno de fe, necesitamos entender que –desde la creación– Dios sembró en

el hombre la semilla de la fe.

El proceso natural que requiere una semilla para nacer y luego crecer, incluye el cuidado del terreno

(hay que sacar las malas hierbas, por ejemplo), el riego oportuno y el mejoramiento de la tierra con

nutrientes adecuados.

En algunas personas su terreno de la fe aún no ha sido lleno de Dios, sino de ellos mismos. Otros

tienen su espacio medio lleno. Y también hay quienes están, constantemente, llenándose de fe.

LA FE DEL EUNUCO

(Hechos 8:26-39 RV60)

Dios, a través de Isaías 53, sembró una semilla de fe en el eunuco. Esa pequeña simiente fue abonada

y germinó con las palabras de Felipe. En él se cumplió lo que años después escribiría Pablo:

(Romanos 10:17 NTV).

Y el etíope declaró verbalmente su fe en el Hijo de Dios. Así fue justificado ante Dios y también

salvado:

(Romanos 10:9-10 NTV).

TALLER DE VIDA

1. ¿Estás orando por algo o por alguien hace bastante tiempo y todavía no sucede? ¿Tienes confianza

en Dios y no dudas de su poder? ¿Crees que Él ya hizo lo que pediste?

2. ¿Qué estás haciendo para que tu fe crezca cada día más? ¿De qué “malas hierbas” debes

protegerla? ¿Con qué debes regarla y alimentarla?

3. Los problemas son oportunidades para llenarse de fe. ¿Cómo estás enfrentando esos sucesos en

tu vida y con tu familia?

4. Como Felipe ¿estás ayudando a que las pequeñas semillas de fe, que tienen algunas personas,

germinen y crezcan? ¿Cómo lo haces?

5. Según Pablo, ¿por qué debemos verbalizar nuestra fe en Jesucristo? Lee Romanos 10:9-10

6. En tus actividades cotidianas, ¿demuestras poca fe o mucha fe? Explica tu respuesta.

7. En el último año, ¿te dejaste robar la fe? ¿Hoy tienes menos o más fe? ¿Qué te robó la fe (tal vez

el miedo o las dudas o el temor al futuro o el no ver cambios…)?

ORACIÓN

· Para que Jesús aumente nuestra fe en Él.

· Para que alimentemos la fe que tenemos con la lectura y meditación diaria de la Palabra de Dios.

JOSAFAT LE CREYÓ A DIOS

Josafat tenía un corazón lleno de fe. Él atravesó por un “valle de sombra de muerte” donde su confianza en Dios fue probada. ¿Qué pasó? Los ejércitos de Amón, Moab y del monte Seir le declararon la guerra. Así le informaron al rey que un enorme ejército marchaba contra él:

(2 Crónicas 20:3 NTV).

Sin lugar a duda, la vida del pueblo estaba en riesgo. Josafat, delante de todos, oró en el atrio del

templo. Al final concluyó:

(2 Crónicas 20:12, 16-18NTV).

De esa manera, Josafat animó al pueblo a confiar en Jehová y en sus siervos. ¡Y Dios hizo el milagro y

los salvó de los enemigos! En esa ocasión se cumplieron las palabras que pronunció el apóstol Pedro

varios siglos después:

(1 Pedro 1:7 NTV).

TALLER DE VIDA

1. En tu vida diaria, ¿estás haciendo lo que es agradable a los ojos del Señor? Si no tienes certeza

sobre algunos temas, siempre puedes guiarte por los 3 parámetros de 1 Corintios 10:23-24, 31,

que se resumen en estas preguntas: ¿Me edifica? ¿Le hace bien a mi hermano? ¿Le da la gloria

a Dios?)

2. ¿Tu confianza en el Señor ha sido probada? ¿De qué manera?

3. Cuando recibiste una noticia terrible, ¿qué hiciste? ¿Te acordaste de buscar la ayuda de Dios?

¿Realizaste algunas acciones espirituales (orar, ayunar, solicitar apoyo de otros creyentes…)?

4. Cuando tienes que enfrentar al enemigo, ¿es para ti fácil tomar una posición, quedarte quieto y

observar al Señor?

ORACIÓN

· Para que unos a otros nos animemos a confiar en Dios y a permanecer firmes en Él.