Caminando Cerca Del Maestro Sus Últimos DíasMuestra

Martes | María Ester Sánchez Núñez

¿A dónde se fue Judas? ¿Qué pasó durante la cena para que saliera como salió? ¿Por qué nadie le pregunta cuando vuelve? Ni siquiera Jesús le confronta cuando regresa. Jesús le mira y Judas rehúsa Su mirada. Todo sigue aparentemente igual. Otro día más.

Nada aparentemente diferente. Jesús está contando las horas, luchando con el Padre a solas. Los demás, inconscientes...

Jesús lo sabe todo: lo de Judas, lo mío...

Jesús no le recrimina. A mí tampoco.

Jesús nos mira a los dos con ternura, con pasión, con compasión.

Le pillo mirándome. Me sonríe. Sabe que estoy aquí. No me dice nada. No hace falta. Él ya lo sabe todo sobre mí también. Sabe que me “he colado” en esta Su historia, y me deja seguir aquí en el anonimato, en la distancia, donde aún su Mirada me alcanza y Su ternura me deshace... Quiero correr y acurrucarme y preguntarle por qué no le dice nada a Judas, ni a los demás discípulos, por qué no les confronta... ¡Solo le quedan dos días más con ellos!

¡Diles algo!

Tu mirada calmada me para.

No hace falta.

Ya está... Todo es como tiene que ser. Todo está bien.

Ya lo entenderás.

¡¿Cómo puedes decir tanto sin decir palabra...?!