Investigando a JesúsMuestra

Hoy vamos a leer acerca de Jesús enseñando a Aus discípulos cómo orar.

No tienes que decirle a nadie más tus respuestas, pero si alguien te hiciera preguntas como: ¿Cuántos minutos crees que has orado durante los últimos siete días?

Si oras a cierta hora del día, ¿cuándo es? ¿Por qué rezas?

¿Cómo responderías a esas preguntas? Si bien no hay respuestas correctas o incorrectas, la oración es simplemente una oportunidad para conectarnos con nuestro Padre Celestial a nivel personal.

En el Capítulo 11, leemos cómo Jesús enseñó a Sus discípulos a orar. Literalmente dijo: “Cuando ores, di esto”. Y continúa diciendo lo que conocemos como “El Padre Nuestro”.

El Evangelio de Mateo también menciona esta historia, por lo que también puedes encontrar la misma oración allí. Hay algunas diferencias menores de palabras entre la versión de Mateo y la versión de Lucas, pero los dos relatos hablan de lo mismo.

En esa oración, Jesús cubre tanto terreno con tan pocas palabras. Él les dice que se dirijan a este Dios eterno, un Dios perfecto y santo, que reside en el cielo, como “Padre”.

Aclaró cualquier confusión que pudiera haber existido en términos de a quién deberían orar o cómo deberían ver a Dios. A pesar de que Dios es muy diferente y más grande que cualquier cosa que pudieran imaginar, debían pensar en él como un Padre Celestial perfecto, y ese es a quien debían orar.

El Padre Nuestro es un hermoso retrato de cómo Dios es todopoderoso y en una categoría propia, pero al mismo tiempo capaz de relacionarse con nosotros.

Así que hoy, tómate un momento para orar lenta y reflexivamente esto a tu Padre Celestial.

“Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. No nos metas en tentación, sino líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder, y la gloria, por todos los siglos, amén” (Mateo 5:9-13).

Lee el capítulo 12 de Lucas.