Háblale a “Misma”

Me encantaría decir que todos mis días son maravillosos, que no me enojo, que no siento miedo, que no me quejo por las situaciones, que no siento el aguijón del orgullo, que soy la mejor esposa y madre del mundo, que soy totalmente obediente y que estudio mi Biblia con profundidad, en meditación y oración, todos los días durante dos horas. Pero no. No soy así. Al igual que tú, soy una persona normal y corriente. Una mujer imperfecta amada por un Dios perfecto. Una mujer con sus días buenos y con los no tan buenos.

Al principio de este plan de lectura te comenté que el concepto de “Misma” nació de esa necesidad y hábito que tengo de frecuentemente tomar espacios de reposo y evaluación, en los que me hablo. Este ejercicio de diálogo interior es bastante común, y tiene beneficios como:

• Mantener nuestra mente en forma.
• Callar las voces tóxicas que nos contaminan.
• Organizar nuestros pensamientos.
• Planificar las acciones.
• Consolidar la memoria
• Formar emociones.

Es tiempo de dejar de prestar nuestros oídos a personas, situaciones y emociones que están lejos de nuestra identidad en Dios y empezar a entender, de una vez y por todas, que no estamos definidas por los valores que en algún momento permitimos que nos sembraran en nuestra mente.

Tú puedes romper todo lo que de alguna manera esclaviza tus pensamientos y emociones fuera de la verdad de Dios. Este ejercicio, como todos los demás, requiere tiempo y en momentos puede ser molesto, pero será así hasta que el músculo del cerebro produzca la memoria y se convierta en una verdad revelada para tu diario vivir.

Ve a tu paso y disfruta el proceso de desaprender para aprender. No importa la edad que tengas, no es relevante tu conocimiento o intentos fallidos. Estás viva, entonces estás a tiempo de tomar a «Misma» de la mano, sentarte con ella en un lugar bonito, suspirar profundamente y decirle, con el amor y el respeto que merece: «Misma, tenemos que hablar».

Este plan de lectura fue inspirado en el libro Misma, tenemos que hablar, de la autora Dayna Monteagudo. Obtén más información en https://daynamonteagudo.com