Misma, tenemos que hablar

¿Te has hablado a ti misma alguna vez? Porque, por lo menos, yo, lo hago todo el tiempo. Si tú también lo haces, te traigo una noticia de última hora: Esto es absolutamente normal. No has perdido la razón ni el sentido común. Es más, te comparto un secreto (que seguramente no es tan secreto): muchas mujeres, como tú y yo, se hablan a sí mismas.

Sin embargo, muchos de esos diálogos, están marcados por argumentos, consejos, y modelos de vida, que no son los que Dios ha establecido y que están muy lejos de lo que es la verdadera felicidad y una autoestima saludable.

Después de más de veinte años escuchando mujeres de diferentes contextos, me di cuenta de que todas, incluyéndome, en algún momento, necesitamos tomar una pausa para hablarnos a nosotras mismas y hacernos preguntas tan sencillas, y a la vez tan complejas, como: ¿Misma, quién eres? ¿Misma, de verdad te amas? ¿Realmente te valoras? ¿En dónde está tu felicidad?, y encontrar en Dios la reafirmación de esas respuestas. A partir de allí, hallar la plenitud y el valor.

Hoy quiero compartir contigo grandes aprendizajes que mi camino apoyando a otras mujeres me ha proporcionado, dándome la oportunidad de conocer el diseño original de la que yo he llamado “Misma”, una mujer como tú o como yo.

“Misma” es un concepto, una forma que utilizo para autoministrarme cuando necesito reenfocar o dar una palabra de ánimo, para mí o para alguien más.

Es por eso que he diseñado este plan de lectura, para que puedas bajar el ritmo de las prisas y las responsabilidades, y lo hagas con el tiempo y la calma que tienes cuando necesitas conversar con una amiga.
No vengo a hablarte como alguien que pretende saber más que tú; te hablo desde el corazón de una amiga, que viene a refrescar tu memoria, para que puedas tomarte una pausa y te digas: “Misma, tenemos que hablar”.

Oración

Amado Padre Celestial, hoy reconozco que, en muchas ocasiones, vivo llena de tanto afán y ansiedad, que necesito tomar este tiempo; una muy merecida pausa para meditar, reflexionar y evaluar cómo ha sido mi vida en los pasados días. Tomo este momento para meditar en Tu Palabra y relacionarme contigo de manera intencional. Lo aparto para desintoxicar mis pensamientos y emociones de todo lo que me aleja de la verdad bíblica y Tu voluntad buena, agradable y perfecta. Hoy reconozco que Tú eres suficiente para mí.