Las Siete Palabras De La CruzMuestra

UNA PALABRA DE CONFIANZA

¿Has visto alguna vez a los niños jugar a “caerse”? Un niño se para unos dos pies detrás del otro. El de adelante se inclina intencionalmente hacia atrás y cae, confiando en que el de atrás lo atrapará. Ese zumbido momentáneo de terror es lo que hace que el juego sea divertido: estás bastante seguro de que la otra persona te atrapará, pero todavía hay una pequeña sacudida de miedo y pánico que hace que tus glándulas suprarrenales se disparen.

Jesús había llegado al momento final de la decisión: ¿usaría su poder todopoderoso para salir disparado de la cruz, curar su propio cuerpo maltratado y desatar la furia divina sobre sus enemigos? Para nuestro beneficio y alivio eterno, Él se rindió no sólo al tormento físico sino también a nuestro último enemigo, al oscuro abismo de la muerte. “Cuando era la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró.” (Lucas 23:44-46).

Confió en que su Padre lo atraparía mientras lo soltaba, confiando en que el santo plan era bueno, confiando en que su obra había sido suficiente, confiando en que las promesas de resurrección del Padre se cumplirían.

La palabra de confianza de Jesús puede ser también la tuya. Ya sea que lo digas o lo pienses en tu lecho de muerte, el Padre te atrapará. Él cumplirá todas sus promesas de resurrección para contigo también.

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