CÁNTICOS DE REFLEXIÓNMuestra

Salmo 119:1-176

Bueno, si compartimos y reflexionamos en el Salmo más pequeño del libro, no podemos vernos tentados saltar el más largo. Con 176 versículos, el Salmo 119 es el más largo de los Salmos. De hecho, es el capítulo más largo de toda la Biblia. En hebreo se le conoce por sus primeras palabras: "Bienaventurados los perfectos de camino". Este Salmo tiene veintidós secciones estructuradas con esmero. Cada una corresponde a una letra diferente del alfabeto hebreo y cada versículo comienza con la letra que corresponde a su sección. Casi todos los versículos mencionan el término Palabra de Dios o un sinónimo.

Pero, ¿de qué habla realmente? Este Salmo es una conversación entre el salmista y Dios acerca del propósito, uso y valor de las Escrituras. Menciona una serie de cosas que la Biblia puede hacer en nosotros y cosas que nosotros debemos hacer en respuesta a este poder.

La siguiente pregunta sería, ¿qué obtengo de la Sagradas Escrituras? El Salmo 119 nos arroja poderosas respuestas: Las cosas te salen bien (v.2), se limpia tu camino (v.9), tus ojos se abren (v.18), se va el menosprecio (vv.22 y 39), eres vivificado (vv.25, 30, 40, 50, 88, 93, 107, 149, 154, 156, 159). Se va la ansiedad (v.28), tu mirada se enfoca (v.37), salvación (v.41), libertad (v.45), bendición (v.56), consuelo (v.66), integridad (v.80), deleite en la aflicción (vv.92 y 143), sabiduría (vv.97, 98-100 y 104), luz en la oscuridad (vv.105 y 130), protección (v.114), sustento (vv.116 y 28), eres afirmado (v. 122), se ordenan tus pasos (v.133), te libra de violencia (v.134), te acerca a Dios (v.151) y te da paz (v.165).

La última pregunta ahora es, ¿qué me corresponde hacer? De acuerdo con el Salmo 119 deberías hacer lo siguiente: Guarda sus testimonios (vv. 4, 5, 8,9, 11, 22, 34, 44, 57, 60, 63, 69, 88, 100, 101, 115, 129, 134, 145, 146, 167), hablar de ella (vv.13 y 46), medita en ella (vv.15, 78, 148), no la olvides (vv.16, 55, 61, 83, 93, 153), quebrantar tu alma (v.20), confesar tus caminos (v.26), escoger la verdad (v.30, 128, 163), anhélala (v.40), confía en ella (v.42), ten paciencia (vv.43, 74, 81, 114, 117), alégrate en ella (vv.47, 143, 162), permanece en ella (vv.51,54, 71, 87, 102, 110, 157), clama (vv.58, 131, 145-147), no hagas yugo desigual (v.63), cree en ella (v.66), humíllate (vv.71, 141), búscala(v.94), ámala (vv.97, 113, 119, 127, 140, 159, 163, 165), haz sacrificio de labios (v.108), inclina tu corazón (v.112), aborrece la hipocresía (v.113), respétala (v.120), actúa (vv.126, 166) y ten celo de ella (v.139).

Reflexionemos

Diariamente nos ahogamos en un mar de impureza. A cualquier parte donde miremos, descubriremos que la tentación conduce a la vida impura. El salmista hizo una pregunta que nos preocupa a todos: ¿Cómo podemos permanecer puros en un ambiente impuro? No podemos hacerlo por nuestra propia cuenta, sino que debemos tener consejos y fortaleza mucho más dinámicos que las influencias tentadoras que nos rodean. ¿Dónde encontramos esa medida de fortaleza y sabiduría? Al leer la Palabra de Dios y practicar lo que ella dice.

La mayoría nos irritamos con las reglas, ya que pensamos que nos limitan para hacer lo que queremos. A primera vista, entonces, parece raro escuchar al salmista hablar de que se regocija en las leyes de Dios más que en las riquezas. Sin embargo, las leyes de Dios se dieron para librarnos y poder ser todo lo que Él quiere que seamos. Nos limitan para no hacer cosas que nos incapacitarían e impedirían sacar de nosotros lo mejor. Las leyes de Dios son principios que nos ayudan a seguir en Su camino y a no vagar en caminos que nos conduzcan a la destrucción.

El salmista dice: "Forastero soy yo en la tierra", por lo tanto, necesita dirección. Casi cualquier viaje requiere de un mapa o un guía. Cuando viajemos por la vida, la Biblia debe ser nuestro mapa de carreteras, señalándonos las rutas seguras, los obstáculos que debemos evitar y nuestro destino final. Debemos reconocer que somos peregrinos aquí en la tierra y que necesitamos estudiar el mapa de Dios para conocer el camino. Si pasamos por alto el mapa, vagaremos indefensos por la vida y nos arriesgaremos a perder nuestro verdadero destino (119.27, 28). Nuestras vidas están llenas de libros de reglas, pero los autores nunca vienen a ayudarnos a seguirlas. Dios sí. Esta es la singularidad de nuestra Biblia.

¡La Biblia es un recurso invaluable! Sus bendiciones, siempre serán parejas a sus demandas. Pero, Dios no solo proporciona las reglas y los principios, sino que viene personalmente todos los días a dónde estamos para ayudarnos a vivir de acuerdo con ellas.

Además, la Biblia es completamente verdadera y digna de confianza. Confía en Dios y en la veracidad de Su palabra. Él es el único que está por encima de las presiones diarias de la vida y nos da seguridad total.